Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Pidió una convención internacional sobre la reestructuración de deuda

"Siempre se buscaron lugares de debate y de acuerdo", dijo.
Foto: DyN

   El canciller, Héctor Timerman, aseguró hoy que los gobiernos que apoyan a la Argentina en la disputa con los fondos buitre se dieron cuenta de que "es mejor diseñar un marco regulatorio para que la reestructuración de deuda tenga un carácter no solo económico sino también político y social".

   "Las reestructuraciones deben considerar los factores que impactan sobre un país. No pueden comprometer su desarrollo social por la extorsión de un pequeño grupo de financistas que colocaron al borde de una situación insostenible a muchos países", sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores y Culto.

   En ese sentido, Timerman destacó que "la Argentina tomó contacto con muchos gobiernos y trabajó en muchos foros" y señaló que "de hacer un planteo ante el Tribunal de La Haya la Argentina fue al G-77. Siempre se buscaron lugares de debate y de acuerdo".

   "Después del fallo del juez Thomas Griesa y de la campaña encarada por los fondos buitre de lobbying y de ataque publicitario, muchos países se dieron cuenta de que la situación se estaba volviendo explosiva y de que el vacío legal es enorme", añadió el jefe de la diplomacia en diálogo con un matutino porteño.

   Acerca de los principales puntos que considera que debe tener la nueva convención, puntualizó que "las condiciones de negociación deben ser equitativas; no se le debe impedir a un Estado que reestructure sus deudas; no se le debe imponer que la reestructuración afecte el bienestar de los países".

   "El objetivo es que los países puedan reestructurar su deuda soberana y que puedan seguir desarrollándose, no empobreciéndose con peores condiciones de vida de las que tenían antes", explicó Timerman. (NA)