Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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"No soy clarividente ni psicólogo como para percibir las actitudes" de los funcionarios

Los medios hicieron referencia al modo en que Randazzo saludó al vicepresidente Boudou.

   El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó hoy hacerse eco de los análisis sobre la actitud de indiferencia e, incluso, de frialdad exhibida por varios funcionarios ante la presencia del vicepresidente Amado Boudou en el acto por el 9 de Julio, en Tucumán, y dijo no ser "clarividente ni psicólogo" para hacer esas interpretaciones.

   Capitanich pidió "valorar" la gesta independentista que se conmemoró ayer en la emblemática Casa de Tucumán y minimizó cualquier otro análisis: "Todos los otros gestos o interpretaciones forman parte de una comidilla que no merece siquiera ningún tipo de adjetivación", remarcó.

   Consultado sobre este tema, en su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el ministro coordinador aseveró: "No soy ni clarividente, ni psicólogo, ni psiquiatra como para percibir actitudes de las personas respecto de la presencia del vice y el vínculo entre el vicepresidente y sus funcionarios".

   "Me excede en mi capacidad de interpretación", se excusó.

   Según pudo verse en las imágenes que mostró la televisión pública, representantes del gabinete nacional siguieron casi con indiferencia el discurso que, por el Día de la Independencia, pronunció el vicepresidente, procesado por corrupción en el caso Ciccone.

   El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, fue quien exhibió con más claridad su incomodidad ante la presencia de Boudou en ese acto, al recibir con un rictus tenso el saludo del vicepresidente al final de su alocución. (DyN)