Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Tragedia de Once: una pasajera afirmó que escuchó al motorman quejarse porque el tren no frenaba

"Nos ponían aceite y agua para que nos despeguemos", contó otro sobreviviente.
Tragedia de Once: una pasajera afirmó que escuchó al motorman quejarse porque el tren no frenaba. El país. La Nueva. Bahía Blanca

   Una sobreviviente de la "Tragedia de Once" aseguró hoy ante el tribunal oral que lleva adelante el juicio por el mayor siniestro ferroviario de la historia argentina que el motorman se quejó antes del choque porque "los frenos no funcionaban".

   Norma Barrientos, cuya hija murió en el choque, dijo hoy ante el tribunal oral federal número dos que al pasar la estación Morón escuchó al maquinista Marcos Antonio Córdoba expresar que los frenos "no funcionaban".

   "El tren paraba antes de las estaciones. Arrancaba y volvía a frenarse", describió la pasajera, quien recordó que previo al impacto le llamó la atención porque al ingresar a la cabecera del andén número dos de la estación de Once la formación "no bajaba la velocidad".

   "Pensé: ¿cuándo va a frenar?, y ahí sentí el impacto. Volé y quedé con un montón de cuerpos encima. Yo gritaba el nombre de mi hija, creí que había perdido la pierna. A las cuatro de la madrugada me enteré que mi hija estaba muerta", relató entre sollozos.

   La primera jornada de testigos en el juicio oral por la tragedia de Once tuvo momentos estremecedores por los relatos de los sobrevivientes, pero también detalles indicativos de lo que estaba ocurriendo desde antes con el ferrocarril Sarmiento.

   "Viajamos como ganado. Nos pisan, nos empujan, cualquier cosa por un asiento. Hace 12 años que tomo el Sarmiento y siempre fue lo mismo", describió la mujer, que como consecuencia de las lesiones estuvo siete meses postrada en una silla de ruedas.

   Al recordar a su hija, quien viajaba sentada en el mismo vagón, se quebró y exclamó: "no sé si quiero seguir viviendo".

"No vi ninguna mejora en 7 años"

   Antes había declarado otra testigo, Natalia Meza, quien como consecuencia del siniestro todavía se moviliza con muletas.

   Su relato corroboró que "la gente después del accidente comentaba que el tren se pasó de la estación en Caballito".

   También corroboró las condiciones en que viajaba en el ferrocarril: "pasa todos los días que el tren está lleno. Te empujan y subís. En los últimos años ni siquiera controlaban los boletos, nunca me lo pidieron. No vi ninguna mejora en siete años, siempre había demoras".

   Sobre el momento del impacto, recordó que "entró rápido a la estación el tren, pensé que faltaba más para llegar". 

"Había mucha gente pegados entre sí"

   Maximiliano Villalba, que viajaba en el primer vagón, dijo que "los bomberos con una soga nos intentaban sacar, pero no sabían cómo hacerlo porque estábamos todos pegados. Nos ponían aceite y agua para que nos despeguemos de la gente".

   "Había mucha gente pegada entre sí, gente debajo mío. Me orinaron. La gente estaba desesperada. Fue un desastre", agregó, y recordó que un hombre quedó atrapado y para sacarlo tenían que cortarle las piernas.

   Villalva dijo que el accidente le dejó "mucho daño psicológico. Había días que llamaba al SAME dos o tres veces porque sufría como una presión en la que sentía que se me salía el corazón".

   Sostuvo que "no lo querían sacar porque andaba mal. Tardaron 30 minutos en sacarlo. La gente decía que el motorman no quería seguir porque el tren andaba mal. Para mí el motorman sabía, pero le hicieron continuar la marcha porque estaba lleno de gente y si lo hacían parar se iba a armar lío".

Recordaron a las víctimas

   Familiares y amigos de las víctimas realizaron esta mañana un acto frente a los tribunales federales de Retiro al cumplirse 26 meses de la colisión que causó 51 muertos y casi 800 heridos.

   A las 8:32, hora de la tragedia ocurrida el 22 de febrero de 2012, hicieron sonar sirenas en la entrada de Comodoro Py 2002, previo al inicio de una nueva jornada del juicio.

   Ayer, los exsecretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi defendieron la política de subsidios al transporte ferroviario y negaron "desidia" en los controles.

   En extensas declaraciones voluntarias ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2), tanto Jaime como Schiavi apuntaron también contra la instrucción de la causa, a cargo del juez federal Claudio Bonadío.

   "A nadie nos sirve la frase esa de que no sabemos lo que pasó en los últimos 300 metros", dijo Schiavi, en alusión a recientes declaraciones periodísticas de Bonadío.

   El juez excluyó de toda responsabilidad al maquinista Marcos Córdoba, quien fue enviado a juicio oral por la Cámara Federal porteña.

   "Bonadío buscó un juicio político a las políticas de Estado del gobierno nacional, pero ni el juez ni el fiscal (Federico Delgado) se atrevieron a decirlo", acusó Jaime.

   Ambos exfuncionarios negaron además haber tenido bajo su control directo la concesión de las líneas ferroviarias, por cuyo mal manejo fueron imputados, y derivaron esa responsabilidad a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). (Télam y DyN)