“El éxito del puerto tiene una fórmula que se puede develar”

Redacción de La Nueva.

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Federico Moreno

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Dialogamos en exclusiva con el expresidente del Consorcio de Gestión del Puerto, Jorge Otharán.

--¿A qué se debe el buen presente del puerto?

--El éxito del puerto tiene una fórmula que se puede develar. En el Consorcio, los sueños se proyectan y se ejecutan, lo que marca una línea de continuidad. Soñar proyectos es tan difícil como proyectarlos y ejecutarlos, y el Consorcio ha tenido en sus 24 años de vida una línea de continuidad histórica que ha reafirmado su presencia en el movimiento de cargas.

--¿Qué es lo mejor que tiene Bahía Blanca para ofrecer?

–Bahía necesita tener siempre su mejor oferta: las aguas profundas. Todos los presidentes del CGPBB han hecho del dragado una de las mejores ofertas que tiene nuestro puerto. Después los escenarios pueden mutar y aparecen nuevas oportunidades.

--¿Cuáles pueden ser esas oportunidades?

--Los molinos eólicos. El tema de los molinos no es un fenómeno local ni regional, hoy el puerto de Róterdam está instalando estas cuestiones vinculadas a una transición que presenta la retirada del petróleo y la llegada de las energías renovables. Bahía tiene, por su emplazamiento, muy buenos vientos como para desarrollar parques eólicos, y tiene un puerto que le permite hacer cargas de proyectos que obviamente no serán exclusivamente de molinos, sino también de todo lo relacionado con Vaca Muerta.

--¿Qué rol va a jugar Bahía en el desarrollo de Vaca Muerta?

–Bahía es muy optimista y tiene un rol muy claro. Sabe que el puerto es un 9 goleador, con 97 kilómetros de estuario, y que el sistema de complementariedad en materia de cereales hace que tenga una actividad muy dinámica, aun sin ser una zona núcleo. Bahía no maneja soja, no maneja maíz, no maneja cereales que sí están en el norte de la provincia y en el sur de Santa Fe, pero tiene las condiciones para ir a buscar los mercados del mundo.

--¿Pelea el crecimiento del puerto por la expansión de otros del Atlántico?

--No veo en lo inmediato puertos de sustitución, no veo ninguna amenaza. Sí veo que hay que trabajar en ampliar la oferta. Porque si bien Bahía tiene una oferta de profundidad que hace que la complementariedad del cereal cuente con nosotros, hay que diversificarse porque el mundo tiende a crecer en materia de carga de contenedores.

--¿El país y la ciudad están a la altura de la tendencia global?

--La Argentina no está industrializada para contenerizar la carga. Tenemos un bajo nivel de contenedores y casi todos están concentrados en el frentín del Río de La Plata. Mientras que el mundo piensa cuadruplicar para el 2050 el volumen de contenedores que circulan en la actualidad, nuestro país está todavía muy lejos de eso y tendremos que avanzar con un perfil más agresivo en este sentido.

--¿Son seguros los controles del puerto local?

--El problema no es local, es internacional. En el mundo se controla solo el 2 % de los contenedores. Basta con hacer una analogía entre puertos y aeropuertos: ambos cuentan con tráfico de pasajeros y de mercaderías, sería imposible contador con un agente aduanero, de prefectura o de policía de seguridad aeronáutica controlando a cada pasajero o contenedor.

--¿Entonces cómo se combate a cuestiones como el narcotráfico?

--En consecuencia de los impedimentos antes mencionados, lo que se busca son operadores confiables y una aduana con un organismo jurisdiccional que los controle.

--¿Cómo es visto el puerto de Bahía Blanca en otros lados?

--El puerto de Bahía está en un buen momento. Tiene una calificación especial por lo que explicaba al principio: la profesionalidad en la ejecución de los proyectos, de los sueños. Yo fui presidente del CGP entre 2008 y 2012. Durante nuestra gestión invertimos durante 2 años y pico en un procedimiento administrativo para hacer el dragado de profundización a 50 pies. Ese dragado había sido insinuado por la gestión anterior y terminó siendo suscrito por mi sucesor. Eso te demuestra la línea de continuidad de un organismo muy serio, que nunca se tomó como valor de intercambio.