Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Un asalariado local no compró ni un metro cuadrado construido

El esfuerzo salarial para adquirir un departamento de dos habitaciones a estrenar, valuado al costo, le llevaría a un empleado de comercio de nuestra ciudad no menos de 63 años de ahorro forzoso de su sueldo neto.
Un asalariado local no compró ni un metro cuadrado construido. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

El sueño del departamento propio para los jóvenes bahienses sigue siendo muy difícil de alcanzar, ya que los salarios del sector formal de la economía local crecen, en el mejor de los casos, a un ritmo similar al de los costos de la construcción, al menos en el último año.

Es que el salario de bolsillo de un trabajador del comercio bahiense -el sector con mayores niveles de empleabilidad, ya que representaba el 23 por ciento del empleo total al año 2015, de acuerdo con el ministerio de Trabajo de la Nación-, con una antigüedad de diez años, no fue suficiente para adquirir un metro cuadrado de un departamento, si la unidad se valora a precio de costo.

Así las cosas, el sueldo bruto del mercantil es de 18.657,20 pesos, que, sumados a los $ 1.696,11 de aumentos no remunerativos conseguidos por el sindicato en lo que va del año, totaliza unos 20.355,31 para un vendedor B, la categría ocupacional al que pertencen alrededor del 70% de los afiliados del sector comercio.

Sustrayendo los descuentos pertinentes (jubilación, aportes a la obra social y sindicato, entre otros), que suman unos $ 4.238,50, se arriba a una cifra final “de bolsillo” cercana a los $ 16.114,81, de acuerdo con los datos cedidos por fuentes gremiales a La Nueva.

Cotejando esa cifra con el costo del metro cuadrado construido de un edificio en altura, que difunde la publicación especializada “Obras y Protagonistas” (estimado en $ 16.892,63 a julio del corriente), resulta que el salario del dependiente mercantil apenas puede comprar 0,95 metros cuadrados de esa unidad.

La misma categoría, con igual cantidad de años de permanencia en el empleo -cobraba un sueldo en mano de $ 12.866,08 a julio de 2016- podía adquirir, el año pasado, una cantidad levemente inferior: 0,94 metros cuadrados.

Vale aclarar que el costo que calcula “Obras” excluye del valor obtenido el costo del terreno, honorarios de proyecto y dirección técnica, impuestos, sellados, Derechos Municipales de Construcción y cualquier otro gasto.

Con todo, los ítems considerados en el modelo constructivo de la revista (C3, edificio en altura con zócalo comercial en planta baja) son instalaciones (sanitaria, eléctrica y gas), pinturas, estructuras de hierro acerado y revestimientos entre otros.

No se incluye el margen de ganancia que fija el desarrollador, por lo cual, el ejemplo es de mínima.

En los últimos doce meses, hubo una tímida mejoría del poder de compra de los salrios en términos de costo de la construcción: este año, se puede comprar un 0,81% más de una unidad a estrenar con relación a 2016.

Sin embargo, medido en cantidad de años de ahorro íntegro del sueldo para poder acceder a un departamento de dos habitaciones, con una superficie construida de 60 metros cuadrados, en el séptimo mes del corriente, hubo que guardar la totalidad del salario neto por casi 63 años seguidos para poder hacerlo.

De todas formas, cuando el asalariado mercantil se iniciaba en la actividad -allá por 2007- su sueldo básico (obviamente, sin antigüedad) compraba mucho menos: apenas 0,7 metros cuadrados de un departamento en propiedad horizontal.

Costos constructivos

La recurrente y continua actualización de los costos para la construcción, y salarios que sólo en el mejor de los escenarios alcanzan a compensarlos, explica porque sigue siendo tan complejo el acceso a la vivienda.

En la ciudad, mientras el costo de la unidad se incrementó, en un año, a razón del 24,25%, el salario neto del empleado de comercio en cuestión apenas lo superó por un escaso punto porcentual.

A nivel país, datos del INDEC señalan que el Índice del Costo de la Construcción (ICC) avanzó un 24,23% interanual en el sexto mes de 2017 en su Nivel General.

Los ítems Gastos generales (+45,7%), Mano de obra (+24%) y Materiales (+19,7%) exhibieron los mayores aumentos en los últimos doce meses, de acuerdo con el organismo estadístico oficial.

Entre enero de 2001 e igual mes de 2015, el Instituto computó subas acumuladas del 1.257,20% para el ítem Mano de Obra, que evolucionó por encima del Nivel General del ICC para el mismo lapso (+1007,53%).

Algo por abajo aumentaron, en el mismo período, Materiales (+783,31%) y Gastos Generales (+956,74%).

Tema recurrente

Más allá de los números, lo cierto es que en la mayoría de las ciudades del mundo hay que realizar un considerable esfuerzo salarial para poder acceder a la casa propia.

La Ciudad de Buenos Aires es una de las ciudades con mayor proporción de inquilinos, como se desprende de un análisis que el sitio especializado Properati, junto con la consultora económica Oikos, realizó hace pocos meses y que abarcó todas las ciudades de Sudamérica.

Así las cosas, un 30% de los hogares porteños es alquilado, frente a un 22% de Santiago de Chile, un 21% de Lima o un 24% de San Pablo.

En Bahía Blanca, datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) señalan que sobre más de 113.200 hogares, al cuarto trimestre de 2016 (último disponible) alrededor del 26% era alquilado.

“Este desfase puede explicarse en parte por el acceso a los créditos hipotecarios, que en Argentina representan el 6% del PBI, mientras que en países como Chile llega al 36%, explica Gabriel Gruber, CEO de Properati.

Por eso, tanto la Capital como las ciudades del interior no presentan tasas tan altas de dueños de sus viviendas.

Para el ejecutivo, cuando terminen de despegar las hipotecas en Argentina, lo que depende en gran medida de lograr una inflación baja y estable, el panorama será más alentador aún.

De esta manera, el boom de los préstamos ajustados por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), que en la ciudad replica lo que ocurre en toda la Argentina, promete revertir, al menos en parte, los niveles famélicos que todavía exhibe este tipo de financiamiento a largo plazo.

Y los números oficiales reflejan la existencia de una importante demanda insatisfecha: según el BCRA, en junio, se otorgaron préstamos a personas físicas por un total de $ 3.717 millones en todo el país.

Dentro de ese segmento, las entidades públicas concentran la mayor participación, ya que, en conjunto, los bancos Nación , Provincia y Ciudad otorgaron el 64,6% de ese total ($ 2.403 millones).

El mes pasado, a su vez, fue el tercero con crecimiento en este rubro. En mayo, siempre de acuerdo con los datos que lleva la entidad que encabeza Federico Sturzenegger, habían sido $ 3.207 millones, con una participación del 75% para los bancos públicos, mientras que en abril, las hipotecas otorgadas habían alcanzado un total de $ 2.200 millones (las entidades públicas concedieron el 68,8%).

Todos por el crédito

Una nota publicada por “La Nueva.” el pasado domingo, permitió conocer que nadie quiere quedarse sin su crédito UVA en Bahía.

Según explicaron desde las gerencias de los principales bancos y distintas inmobiliarias de la ciudad, Bahía Blanca, al igual que el resto del país, está atravesando por un auge en la cantidad de consultas y otorgamiento de préstamos hipotecarios.

El fenómeno es consecuencia de los programas oficiales destinados a combatir el déficit habitacional y, por otro lado, a que hoy el 80% de las consultas a inmobiliarias tienen como requisito que la propiedad sea apta para crédito.

De acuerdo con los especialistas, un shock de préstamos para compra de vivienda de tal magnitud no se daba desde la década del 90 y, sumado a eso, mucha gente busca comprar su primera propiedad, por lo que al momento de iniciar los trámites son mayores las dudas que las certezas.

Los créditos con mayor demanda son principalmente los ajustados por la UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), una unidad determinada por el Banco Central y ajustada por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), que se rige de manera similar a la medición de la inflación.

“Había tanta gente en el hall del banco que nos planteamos si no necesitábamos un call center, para una primera entrevista rápida con el cliente y no hacerle perder tiempo al posible sujeto de crédito y al que no lo es.

“Finalmente, decidimos que el primer contacto se establece obligatoriamente por la página web del banco, que es muy simple y amigable. Pueden inscribir su solicitud durante las 24 horas y las preguntas más frecuentes están respondidas ahí”, explicó en esa oportunidad a este diario el gerente del Nación, Pablo Madrid.

Para su colega del Bapro, Flavio Rowen, “hay un auge total en préstamos hipotecarios, hace un tiempo ya que es política de gobierno fomentar estos créditos por un tema de carencia habitacional ya que, si bien existían líneas de préstamos hipotecarios, últimamente se implementaron un montón destinadas a gente con menores recursos que quieren adquirir su primera casa, y los bancos están acompañando esta política”.

Pese a la importante demanda propiedades aptas para préstamos hipotecarios, los agentes inmobiliarios admitieron que la oferta no la puede satisfacer. Los tiempos propios del crédito y la urgencia de los propietarios son un escollo, a veces, muy difícil de sortear, a lo que se suma la falta de unidades en buen estado.