Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El cepo goza de buena salud

Por Pablo Wende

Envalentonado por el aumento de las reservas, que ya rozan los u$s 31.000 millones, Alejandro Vanoli fantaseó con la idea de liberar las restricciones cambiarias. Aclaró que se trataría de un proceso gradual. Una interesante promesa electoral, pero que encuentra demasiados obstáculos para volverse realidad. De todas formas, la posibilidad de aliviar las restricciones debería enfocarse sobre todo en las industrias, que, a lo largo de 2014, se encontraron con problemas crecientes ante la sequía de dólares.

Es lógico que desde el gobierno planteen como idea la posibilidad de abandonar el cepo. No es para menos, ya que las restricciones fueron las principales culpables de la caída de la actividad en los últimos años. No se salvó prácticamente ningún sector y hoy la recesión con elevada inflación está muy instalada. Tampoco hay demasiadas expectativas para 2015. Los pronósticos apuntan a otro año sin crecimiento y una inflación que no bajaría del 32 o 33%.

Pero del deseo del titular del BCRA a la realidad hay una distancia enorme. Concretamente, no hay razones objetivas que permitan pensar en una liberalización posible en los próximos meses.

La política del Central de atrasar el tipo de cambio como ancla antiinflacionaria es directamente incompatible con salir del cepo. Por definición, la liberalización de las restricciones significa ir a un tipo de cambio unificado, a niveles mucho más altos que el oficial. Por lo tanto, resulta inviable abrir el cepo y al mismo tiempo seguir controlando el mercado cambiario.

El flujo de divisas continúa siendo negativo. En otras palabras, la tendencia aún es que salgan más dólares que los que entran. Por eso el Central mantiene un estricto control sobre la remesa de las empresas. El comercio exterior tampoco ayuda, con fuerte caída de exportaciones, con lo que está desapareciendo la única fuente genuina de ingresos que le quedaba a la economía, el superávit comercial.

Si bien es cierto que las reservas aumentaron, el incremento tiene mucho “maquillaje”, en especial por el swap con China, ya que no se trata de divisas “frescas”, sino de yuanes de complicada conversión a dólares. Por lo tanto, las divisas líquidas que tiene la autoridad monetaria son hoy escasas para defenderse ante ataques especulativos.

El intento que realizó Kicillof de salir a colocar un bono en dólares hace una semana fue un fracaso. Pero la mejora de los títulos en los últimos días permitiría volver a la carga en el corto plazo. Emitir deuda exitosamente permitiría un ingreso genuino de dólares, lo cual favorecería una liberación gradual de las restricciones.