Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Brasil: hubo incidentes en la huelga general contra las reformas laborales de Temer

El gobierno calificó la movilización nacional como un "fracaso".
Fotos: Reuters

   La primera huelga general en dos décadas paralizó hoy a Brasil, con algunos focos de violencia, en rechazo al gobierno del presidente Michel Temer y sus propuestas de reforma laboral y del sistema jubilatorio, en una reacción que se apoya en la escasa popularidad del mandatario.

   El gobierno calificó la movilización nacional como un "fracaso" porque argumentó que estuvo apoyada en el piquete de rutas y avenidas, lo cual impidió el uso del transporte público, al tiempo que hubo represión de la policía a bloqueos de calles en San Pablo, Río de Janeiro y Goiania.

   En San Pablo se reportaron 13 detenidos mientras que en Río de Janeiro manifestantes violentos que no participaban de las columnas sindicales bloquearon las calles del centro frente a la Asamblea Legislattiva e hicieron barricadas con fuego, al tiempo que fueron reprimidos con gases lacrimógenes y camiones hidrantes.

   Los principales sindicatos del país, metalúrgicos, bancarios, transportes, empleados públicos, docentes y petroleros fueron los que protagonizaron la primera huelga general desde 1996, convocados por las nueve centrales sindicales, incluidas las oficialistas.

   La protesta fue más allá que el ya clásico y desgastado "Fuera Temer", debido a que incluyó a sectores directamente afectados por las reformas, como los pequeños comerciantes, los docentes de la red privada y colegios religiosos y el respaldo de gran parte de los obispos de la conferencia episcopal brasileña.

   La agenda de reformas de Temer fue repudiada el mismo día en el cual el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, oficial) divulgó que el índice de desocupación subió hasta el 13,7 % en el primer trimestre, afectando a 14,2 millones de personas, 3,1 millones más comparado con el mismo período del año pasado.

   El ministro de Justicia, Osmar Serraglio, dijo que fue un "fracaso" la huelga porque se basó en el transporte. Pero el principal portavoz del gobierno resultó ser el alcalde de San Pablo, el empresario Joao Doria, quien calificó de "vagos" y "perezosos" a quienes adhirieron al paro nacional.

   En cambio, el expresidente y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva calificó como un "éxito total" la huelga general.

   "Es una satisfacción saber que el pueblo está tomando conciencia. La gente se quedó en casa porque no quiere que le quiten los derechos. El movimiento sindical y el pueblo están haciendo historia porque adhirieron las amas de casa, el trabajador y el pequeño comerciante", dijo Lula a la radio Brasil Actual.

Reforma de Temer

   La protesta llega cuando Temer tiene el piso de su aprobación pero mantiene el control en el Congreso: una encuesta de Ipsos otorgó el 4 % de apoyo a la gestión de Temer y el 87 % de rechazo a su figura, la segunda peor del país entre los políticos, detrás del detenido por corrupcion Eduardo Cunha, su aliado, que encabezó el impeachment contra Dilma Rousseff.

   Las reforma de Temer están en un momento clave: la Cámara de Diputados dio media sanción a la ley laboral que modifica la normativa de 1943 y deja en manos de los empleados y no de los sindicatos la negociación salarial, además de reducir las obligaciones patronales en el vínculo de empleo y evitar la justicia laboral.

   La votación en el Senado de la reforma laboral podrá demostrar el alcance de la huelga. Es por eso que el gobierno retiró cargos a los aliados de diputados que habían votado contra la reforma y eran considerados de la base oficialista.

   El sistema de pensiones deberá ser modificado vía enmienda constitucional: el asunto está en comisión y debe ser votado en mayo.

   Es la más controvertida de las propuestas porque aumenta, en promedio, de 30 a 40 años lo necesario para aportar para tener la jubilación completa. (Télam)