Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Abandonan EE.UU. los 35 diplomáticos rusos expulsados por presunto espionaje

Fueron sancionados por su supuesta relación con el hackeo de emails del Partido Demócrata durante la campaña presidencial de 2016.
Fotos: Reuters

   Los 35 diplomáticos rusos que fueron señalados por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como presuntos espías y sancionados por su supuesta relación con el hackeo de emails del Partido Demócrata durante la campaña presidencial de 2016 abandonaron hoy finalmente el país.

   La noticia solo fue difundida a través de funcionarios del Departamento de Estado en condición de anonimato. "Podemos confirmar que los 35 diplomáticos rusos declarados 'persona no grata' han dejado Estados Unidos junto a sus familias", indicó una fuente oficial a la agencia de noticias EFE en un escueto comunicado.

   El jueves pasado, tras muchas amenazas públicas, Obama decidió sancionar a Rusia por su presunta vinculación con el hackeo informático al Partido Demócrata, que, según la Casa Blanca, influyó a favor de Donald Trump en las elecciones presidenciales.

   Obama decretó la expulsión de 35 diplomáticos rusos sospechados de ser espías, puso sanciones financieras a las dos principales agencias de inteligencia de Moscú, el GRU, el servicio de espionaje militar extranjero, y el FSB, la sucesora de la famosa KGB soviética.

   También estableció el cierre de "dos instalaciones rusas, en Maryland y Nueva York, usadas por personal ruso para tareas de inteligencia".

   Pese a que el mundo esperaba una escalada diplomática, al día siguiente, el presidente ruso Vladimir Putin decidió no responder a las sanciones de Obama, quien debe abandonar el poder en menos de tres semanas.

   "No le vamos a crear problemas a los diplomáticos estadounidenses. No expulsaremos a nadie. No prohibiremos ni a sus familias, ni a sus hijos disfrutar de sus lugares habituales de descanso en las fiestas navideñas", aseguró Putin en una declaración difundida por el Kremlin.

   Las palabras de Putin fueron más tarde celebradas por el presidente electo de Estados Unidos, el magnate republicano Donald Trump, quien hizo campaña a lo largo de 2016 alabando los dotes de liderazgo del presidente ruso.

   En medio de la campaña presidencial estadounidense de este año, la organización Wikileaks publicó una serie de emails privados de miembros de la cúpula del Partido Demócrata y del equipo electoral de la candidata oficialista, Hillary Clinton.

   Estos emails, que fueron hackeados por personas aún no identificadas oficialmente, revelaron internas dentro de los demócratas —cómo el partido apoyó a Clinton y boicoteó las aspiraciones de su rival en las primarias, Bernie Sanders— e incoherencias y abiertas contradicciones entre el discurso de la candidata presidencial oficialista y sus acciones.

   El escándalo de los emails le costó la cabeza a la entonces presidenta del Partido Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, y dejaron mal parados a más de uno en la campaña de Clinton.

   Por eso, recientemente, cuando el gobierno de Obama acusó al gobierno ruso de ser el presunto autor intelectual y material del hackeo, y de haber filtrado los emails a Wikileaks, argumentó públicamente que el Kremlin lo hizo para beneficiar al candidato republicano y abierto simpatizante del presidente Putin, Donald Trump. (Télam)