Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Brasil: Rousseff denunció que se quiere instalar un gobierno "usurpador"

A horas de una definición en vivo, la suspendida mandataria alertó que su país está "a un paso de la ruptura democrática".
Fotos: Télam

    La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, alertó hoy que Brasil está "a un paso de la ruptura democrática" y que un "golpe de Estado parlamentario" permitirá la asunción de un "gobierno usurpador", al pronunciar un histórico discurso de defensa en el juicio político que en la próximas horas puede destituirla del cargo.

   "Estamos a un paso de la efectivización de una grave ruptura institucional. Estamos a un paso de que se concrete un verdadero golpe de Estado", dijo Rousseff en su alocución, en la que defendió su gobierno y acusó a la oposición de haber boicoteado su gestión tras la reelección en 2018.

   La mandataria, suspendida en el cargo desde el 12 de mayo último, también denunció al "gobierno usurpador" de su vicepresidente MIchel Temer, y anunció que en caso de ser condenada apelará al Supremo Tribunal Federal porque según ella no cometió delito de responsabilidad contra la Constitución por haber alterado prioridades en el presupuesto 2015.

   Temer, por su parte, siguió en el Palacio del Planalto la sesión, confiando en que su base aliada logrará más votos que el piso de 54 que se necesita para condenar a Rousseff, prohibirla de la vida pública durante ocho años y terminar con 13 años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).

Cruces en el recinto

   "Se está violando a la democracia y se condena a una a inocente. Esta es la excusa que marca el juicio que será realizado por la voluntad de los que lanzan contra mi pretextos acusatorios infundados", dijo Rousseff en su discurso, de una hora de duración.

   Rousseff fue cautelosa al no levantar el tono personal contra algunos senadores, buscando que varios se abstengan en la votación clave. La mandataria fue arropada políticamente desde el inicio del día.

   En una sesión en la que estaban inscriptos 40 senadores para hablar, Rousseff enfrentó a sus acusadores, entre ellos el excandidato presidencial Aecio Neves, quien la acusó de haber mentido en la campaña y de haber incurrido en "pedaleadas fiscales" para maquillar la economía, violando la Constitución.

   "Ustedes nunca reconocieron la derrota, acudieron a los tribunales electorales y apostaron al cuanto peor mejor", dijo a Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

   Este "golpe será golpe si condenan a una inocente por crimen de responsabilidad", dijo, por su parte, al jefe del bloque del PSDB, Cassio Cunha Lima, quien la acusó de haber guardado informaciones para ganar las elecciones en 2014 y de que su salida no es un golpe sino un pedido "de las calles".

   La abogada acusadora, contratada por el PSDB, Janaína Paschoal, afirmó durante uno de los intervalos de la histórica sesión, que Rousseff "está mintiendo y está en su derecho de hacerlo".

   Rousseff también atribuyó a una conspiración por parte de un aliado de Temer, el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, por haber frenado los proyectos de ley de 2015 y haber abierto el juicio político porque la mandataria se negó a protegerlo en los escándalos de Petrobras.

   "No esperen el obsequioso silencio de los cobardes", dijo, alterando también gestos de diálogo y renovando su propuesta de anticipar las elecciones.

Fuerte expectativa

   Unas 2000 personas recibieron a Rousseff en la puerta del Senado antes de declarar, pero si bien la idea era quedarse todo el día frente al Congreso, después de un par de horas se refugiaron, alejados del lugar, debido a los 30 grados de temperatura y al sol pleno que se registra en Brasilia, que está viviendo la última fase de la época anual de sequía.

   En su discurso, la mandataria suspendida comparó el momento actual con los golpes de Estado sufridos por los ex presidentes Getulio Vargas y Joao Goulart y las intentonas contra Juscelino Kubitschek, que atribuyó a "las clases dominantes que no pueden acceder con sus programas de gobierno mediante el voto popular".

   La oposición tiene mayoría y es muy difícil para el Partido de los Trabajadores (PT) revertir las tendencias que se anticipan, aunque aún existen márgenes para captar votos o provocar abstenciones. (Télam)