Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La unión de los demócratas será clave para frenar a Trump

Comienzan su convención nacional en Filadelfia, con el doble objetivo de elegir a Hillary Clinton como candidata a presidente de los EE.UU. y la necesidad de zanjar las diferencias internas.
Intensos preparativos en Filadelfia, donde hoy se reunirán los referentes demócratas.

Agencia Télam

Después de una semana a puro Donald Trump en Cleveland, el Partido Demócrata inaugurará hoy su Convención Nacional en Filadelfia, un encuentro de cuatro días que expondrá posibles tensiones con el exprecandidato Bernie Sanders y concluirá con la coronación de Hillary Clinton como la candidata presidencial del oficialismo en Estados Unidos.

Finalizada la semana republicana, hoy comenzarán cuatro días clave para Clinton, que será nominada oficialmente como candidata demócrata a la Casa Blanca, tras ganar unas primarias en las que irrumpió inesperadamente la “revolución política” de Sanders, un veterano socialista que la obligó a mirar más hacia la izquierda.

En ese contexto, el senador independiente -en un intento de plantar su propia bandera- le exigió ayer la renuncia a la líder del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz, por una filtración de Wikileaks que reveló estrategias del partido para debilitarlo a él en favor de Clinton.

Es justamente el DNC el que define las normas de la Convención y, según Sanders, está encabezado por una mujer que “por una variedad de razones no debería ser la presidenta”, sentenció, siempre batallador, un día antes de hacer su gran discurso en la convención.

Este enfrentamiento electoral obligó a la ex secretaria de Estado a presentarse como una reivindicadora del partido de la clase media y buscar fórmulas para rebajar la tasa de pobreza, y ahora los demócratas en su conjunto -en un escenario de apertura ideológica- también buscarán dar un protagonismo central a las minorías negra e hispana en la convención.

En términos pragmáticos, 4.765 delegados de 50 estados, cinco territorios en el exterior y la capital, Washington DC, nominarán, casi seguro, este miércoles a su candidato, que se da por hecho será Clinton.

Incluso, los llamados superdelegados -cargos electos y orgánicos del partido que tienen libertad para apoyar a quien quieran- dieron ya de manera abrumadora su apoyo a Hillary, pese a los intentos de Sanders para que cambiaran de parecer ante sus buenos resultados en las urnas durante las elecciones primarias de este año.

Como prólogo, ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo tener una “panorama claro” de las debilidades y fortalezas de Clinton y “no hay nadie en la Historia moderna que esté mejor preparada que ella para la Presidencia”, remarcó.

Y si bien subrayó su falta de carisma -”No siempre conecta y hay mejores oradores que ella”-, Obama fue tajante: “Ella sabe. Y eso es a fin de cuentas lo que más importa, lo que es necesario para hacer un buen trabajo en este cargo”.

Sin embargo, las cosas no son tan fáciles para la exsecretaria de Estado.

Las encuestas no le otorgan cifras mucho mejores que las del controvertido Trump, aunque eso no hace mella en el sistema electoral estadounidense, donde depende mucho de los llamados estados oscilantes, alrededor de nueve distritos electorales en los que ninguno de los partidos grandes domina el electoral.