Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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México: 49 muertos por un motín en una cárcel

Tras la revuelta en la prisión de Topo Chico hay además 12 heridos, cinco de ellos en grave estado. Agencia EFE
Familiares de los presos exigen noticias en las puertas de la prisión de Monterrey.

El penal de Topo Chico, donde ayer murieron 49 reos, es uno de los centros penitenciarios más antiguos del estado mexicano de Nuevo León, y tiene un largo historial de violencia marcado por el hacinamiento y choques entre grupos de internos.

Antes del motín, uno de los más graves de los últimos 30 años, el penal acumulaba ya numerosas riñas entre presos, en su mayoría con miembros del cártel de los Zetas involucrados, ataques al recinto e incluso la muerte de varios guardias.

En la madrugada de ayer, se enfrentaron dos grupos rivales encabezados por Jorge Iván Hernández Cantú, alias el “Credo”, y Juan Pedro Salvador Saldívar Farías, el “Z27”, ambos cabecillas de los Zetas.

A pesar de lo elevado del saldo de víctimas, 49 muertos y 12 heridos -de los cuales cinco están graves-, esta cruenta lucha por el control de una prisión no sorprende en Topo Chico.

Sin ir más lejos, en septiembre de 2015, una riña terminó con la muerte de Mario Alberto Roldán Zúñiga, alias “el Fresa”, considerado el cabecilla local de los Zetas, y once reos heridos.

Los sucesos más violentos se desencadenaron entre 2010 y 2012, cuando se registraron al menos medio centenar de atentados con armas de fuego y granadas, doce presuntos vendedores de droga muertos y siete de sus guardias fueron asesinados por el crimen organizado.

Aunado a ello, esta cárcel ha registrado varios intentos de fuga, con la aparición de un túnel en 2012, y motines como el de 2008, que se alargó varios días y en el que unos 2.000 reos, según medios locales, arremetieron con 100 zetas que pretendían hacerse con el control del recinto.

Construido en 1947, el Centro Preventivo y de Reinserción Social Topo Chico es también víctima de la falta de recursos y el hacinamiento.

“Es un penal muy viejo, que tiene muchos años, no hay control. Todo se hace en los patios”, reconoció hoy el gobernador de Nuevo León, quien atribuyó la tragedia a la "situación tan difícil en el que se encuentran los centros penitenciarios" en el estado.

Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2014, esta penitenciaría tiene capacidad para alojar a 3.635 internos -entre hombres y mujeres-, cuando la población existente el día de la revuelta era de 4.585.