Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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La tragedia del avión alemán da tela para cortar

Un video de los últimos segundos del vuelo de Germanwings que se estrelló en los Alpes galos, la semana pasada, fue recuperado cerca del lugar de la catástrofe. Agencia Reuters
El director de Lufthansa, Carsten Spohr (izquierda), viajó hasta el lugar del drama para rendir homenaje a las víctimas.

FRANCIA - Un video de los últimos segundos del vuelo de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses la semana pasada fue recuperado cerca del lugar de la catástrofe, según precisaron reportes ayer, horas antes de que ejecutivos de la aerolínea visitaran la zona y evadieran las preguntas sobre la salud mental del copiloto.

El video fue hallado en un teléfono móvil que pertenecía a uno de los pasajeros que murieron en el vuelo que los investigadores creen que el piloto teutón Andreas Lubitz estrelló deliberadamente contra la montaña.

Las escenas que aparecen en el mismo son caóticas y muy movidas, señaló el periódico alemán “Bild”, que agregó que se oían gritos y voces que exclamaban "Dios mío", lo que indica que los pasajeros sabían lo que estaba ocurriendo.

El fiscal Brice Robin, que está a cargo del caso en Francia, afirmó que ninguno de los teléfonos móviles recuperados en el lugar del siniestro había sido analizado y que todos permanecían en la zona.

En la filmación, que según el diario “Bild” es indiscutiblemente auténtica, se escuchan golpes de metal al menos 3 veces, posiblemente del piloto que quedó fuera de la cabina y que intentaba acceder a la misma después de que Lubitz se encerrara.

Hacia el final, hay una fuerte sacudida y la cabina se inclina abruptamente hacia un lado. El video concluye tras escucharse nuevos gritos.

La revista francesa “Paris Match” también publicó una historia del video y reprodujo la conversación entre ambos pilotos, de acuerdo a un investigador especial.

Lufthansa sostuvo que había hallado correos electrónicos que muestran que Lubitz, quien trabajaba para la filial de bajo costo Germanwings, le había informado a su escuela de aviación de un período severo de depresión tras una pausa en su capacitación.

La revelación aumentó los interrogantes sobre la idoneidad de las pruebas psicológicas para pilotos, y sobre las estrictas leyes germanas de confidencialidad médico-paciente.

A todo esto, el presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, se negó ayer a responder una serie de preguntas acerca de qué sabía la aerolínea acerca de los problemas de salud mental de Lubitz.

La empresa está enfrentando acciones legales de familiares de las víctimas.

Spohr declaró, tras visitar la zona de la tragedia, que no está claro qué motivó el accionar de Lubitz.

El resto de sus decires fueron palabras de agradecimiento a los gendarmes y socorristas que ascendieron diariamente en busca de restos de las víctimas y de indicios; a los investigadores, a quienes prometió total cooperación; y a los habitantes de la región por su "solidaridad y empatía" con los familiares.