Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba

Ambos países, vecinos enemistados cuya hostilidad política durante más de cinco décadas puso al mundo al borde de una guerra nuclear, anunciaron en la víspera que restablecerán sus relaciones diplomáticas.
Más allá de dialogar en el funeral de Mandela, Castro y Obama ahora fijaron posturas.

Los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron ayer el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre sus países y el levantamiento de parte de las restricciones económicas que pesan desde hace 53 años sobre la isla caribeña.

En sendos mensajes televisados a sus naciones, Obama y Castro hicieron este histórico anuncio, que permitirá de alguna manera normalizar las relaciones entre dos naciones enemistadas desde 1961, cuando comenzó a aplicarse un embargo económico a Cuba que, para ambos mandatarios, ha sido perjudicial.

Se trata, según el presidente de Estados Unidos, del cambio más significativo en la política de Washington hacia Cuba "en más de cincuenta años".

Obama dijo que es hora de poner fin a una política hacia Cuba que está "obsoleta" y que "ha fracasado durante décadas", mientras Castro anunciaba "medidas mutuas para mejorar el clima bilateral".

El acuerdo, en el que mediaron el papa Francisco y Canadá, ha sido posible gracias al intercambio de cinco presos -tres cubanos y dos estadounidenses- y a la liberación del norteamericano Alan Gross, que estaba preso en La Habana desde hace cinco años.

Previamente, el presidente demócrata estadounidense y el líder comunista cubano habían hablado anteayer por teléfono para cerrar los últimos flecos de este anuncio, que se hizo público una vez que retornaron a sus respectivos países esos prisioneros, entre ellos los tres espías cubanos del llamado "Grupo de los Cinco" que permanecían encarcelados en Estados Unidos.

Los casos de Gross y de "Los Cinco" se habían convertido en una de las principales barreras para el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

En su mensaje de ayer, el presidente cubano pidió además el fin del embargo económico unilateral decretado por Washington en 1961 mientras Obama reclamaba al Congreso de su país que inicie un debate "honesto" y "serio" sobre su suspensión.

Obama aseguró que apuesta por "una Cuba más libre y más próspera" y tendió “una mano de amistad" al pueblo cubano, al anunciar medidas como la apertura de embajadas en La Habana y Washington y la flexibilización de las restricciones a los viajes, el comercio y las remesas a Cuba.

El presidente cubano, por su parte, aclaró que, aunque se ha decidido avanzar en la normalización de las relaciones entre los dos países, "esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto" y exigió el fin del "bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos".