El desplome del rublo, el espejo de la crisis en Rusia
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MOSCU – El gobierno ruso intentó ayer frenar la histórica caída del rublo, que recuperó terreno, un día antes de un discurso muy esperado del presidente Vladimir Putin, quien se enfrenta a la peor crisis económica de sus 15 años en el poder.
Tras haber cedido el 9,5% el lunes y 7% el martes, un declive nunca visto desde la crisis financiera de 1998, en la víspera la moneda rusa pareció recobrar cierta estabilidad.
Su alza tuvo lugar después de que el jefe de gobierno ruso afirmara que su país estaba en condiciones de contener la crisis.
"La nación dispone de los recursos monetarios necesarios para alcanzar sus objetivos económicos. También tiene los instrumentos de mercado indispensables para garantizar la demanda correspondiente", avisó el primer ministro Dimitri Medvedev.
El banco central anunció ayer una serie de medidas para apoyar la estabilidad del sistema financiero, gravemente afectado por la histórica caída del rublo a principios de esta semana.
Las 7 medidas técnicas del banco tienen el objetivo de facilitar el acceso a las divisas extranjeras y de proteger a los bancos de posibles pérdidas contables.
Como ya había anunciado el ministro de Economía, la entidad también trabaja con el gobierno para recapitalizar algunas entidades a lo largo de 2015.
La moneda perdió casi la mitad de su valor en lo que va de año a causa del creciente aislamiento internacional de Rusia por la crisis ucraniana y por la caída del precio del petróleo, principal fuente de ingresos para el Estado.
En este contexto, la intervención de Putin, muy popular tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en marzo, será clave para determinar el rumbo económico del país ante la crisis.
"El rublo vale lo que vale el poder de Putin en el mercado", según el periódico independiente “Novaya Gazeta”.
La presidencia rusa indicó que la cuestión tiene que resolverla el Ejecutivo aunque la situación del rublo ocupará probablemente gran parte de la conferencia de Putin, una cita anual en la que durante varias horas responde a preguntas de la prensa.