Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Murió a los 88 años la duquesa de Alba, la mujer con más títulos nobiliarios del mundo

Tenía una fortuna cifrada en unos 3.000 millones de euros.
Foto: abc.es

   La duquesa de Alba, la mujer con más títulos nobiliarios del mundo, falleció hoy en su casa de Sevilla y deja la imagen de una aristócrata que, fiel a las tradiciones de su rango y su dinastía, fue capaz de superar las convenciones sociales y vivir sin ataduras.

   Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, 18ª duquesa de Alba, murió hoy a los 88 años y la noticia, aunque esperada por la evolución de su salud en los últimos días, acaparó la atención de los medios digitales, emisoras de radio y televisiones en España.

   Con más de cuarenta títulos de nobleza y una fortuna cifrada en unos 3.000 millones de euros (unos 3.750 millones de dólares al cambio actual), Cayetana de Alba, como era conocida, era la representante de una dinastía con relevancia histórica en España.

   Fiel a esa trayectoria, la duquesa se impuso siempre la tarea de preservar intacto el patrimonio de su casa tal como llegó hasta ella.

   Con numerosas posesiones de tierras y edificios, la familia Alba tiene una notable colección de arte, con obras de Francisco de Goya, Tiziano, El Greco, José de Ribera o Chagall.

   Una de ellas es "La duquesa de Alba de blanco", pintada por Goya, y ella misma fue inspiración para otras pinturas y esculturas, en especial en su juventud.

   Pese a las rigideces morales de los años del franquismo en España, durante varias décadas Cayetana se desmarcó con frecuencia de esas normas.

   "Siempre me gustó coquetear, un poco por divertimento. Fui más bien 'matacorazones'", dijo hace poco en una entrevista.

   Se casó tres veces: sus dos primeros maridos murieron y con el tercero, 24 años menor que ella, contrajo matrimonio en 2011.

   Para eludir la polémica que causó su última relación, la duquesa repartió la herencia entre sus seis hijos antes de casarse por tercera vez.

   Todos sus hijos y su marido, Alfonso Díez, la rodearon en sus tres últimos días de vida, cuando fue trasladada desde el hospital hasta su casa del Palacio de las Dueñas de Sevilla, la ciudad en la que siempre se sintió más a gusto. (EFE)