Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Brasil: asesor del fallecido candidato Campos renunció a la campaña

Algunos partidos cambian estrategia tras la candidatura de Silva.

   A un día de la confirmación de la candidatura de Marina Silva al frente del Partido Socialista Brasileño (PSB), en reemplazo de Eduardo Campos, el clima electoral se agitó por la renuncia del asesor del fallecido dirigente y por las primeras declaraciones de la ecologista cuestionando al oficialismo, que busca la reelección de Dilma Rousseff.

   El secretario general del PSB, Carlos Siqueira, quien además fue coordinador de la campaña presidencial de Campos, dijo hoy que no continuará en funciones junto a Silva, consagrada desde anoche como la nueva postulante del partido -secundada por el diputado Beto Albuquerque- tras la muerte de Campos al estrellarse el avión donde viajaba la semana pasada en la ciudad de Santos.

   Siqueira, histórico militante socialista, explicó que Silva lo trató en forma "grosera" por lo que había decidido dar fin a su actividad con la muerte de su amigo Campos.

   "No estoy y no estaré en hipótesis alguna en la campaña de esta señora", dijo el asesor. “Ella está muy lejos de continuar el legado de Campos”, agregó.

   Tras la renuncia de Siqueira, Silva se defendió diciendo que la salida del asesor “fue un mal entendido” y que el propio PSB “lo tendrá que esclarecer”, consignaron las ediciones digitales de los diarios Folha do Sao Paulo y O Globo.

   La ruptura de Siqueira con la nueva candidata revela los obstáculos que tendrá de ahora en más el socialismo tras la muerte de Campos a menos de dos meses de los comicios de octubre.

   La ambientalista intentó crear este año un nuevo partido -Red Sostenibilidad (Rede)- para disputar la presidencia, pero el registro fue denegado por la Justicia, lo que la llevó a afiliarse al PSB y ser candidata a vicepresidente en la fórmula encabezada por Campos.

  El accidente del socialista conmocionó al propio partido que ante la pérdida de quien era su líder, se repartió entre los que creyeron que Silva era la mejor reemplazante de la candidatura y los que se resistían al considerar que la dirigente no responde a los ideales del socialismo. (Télam)