Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Trump desvía la atención con sus teorías conspirativas

La estrategia del presidente de EE.UU. ha logrado un espectáculo absorbente de mentiras que domina los titulares periodísticos y hace que cada conversación gire en torno a sus disparates.
La figura de Donald Trump está en boca de todos en EE.UU.

Agencia EFE

Las mentiras o acusaciones infundadas del presidente de EE.UU., Donald Trump, se han convertido en un espectáculo del que es imposible desviar la mirada y que ha conseguido acaparar la atención del público, más pendiente de las teorías conspiratorias del mandatario que de sus propios problemas.

En sus primeros 45 días desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha hecho “194 alegaciones falsas o engañosas”, según el cómputo del diario “The Washington Post”.

La última se produjo anteayer contra su antecesor, el demócrata Barack Obama, a quien el multimillonario republicano acusó, sin ninguna prueba, de haber pinchado su teléfono durante la campaña electoral del pasado año.

Día a día, el magnate da un nuevo giro al drama de su presidencia y busca un nuevo blanco contra el que descargar su munición a través de la red social Twitter, ya sea Obama o el fornido Arnold Schwarzenegger, a quien atacó también por sus bajos niveles de audiencia en “The Apprentice”, el programa de televisión que convirtió al magnate en una estrella televisiva.

Expertos coinciden en que Trump sigue inmerso en su propia batalla, ya no electoral, sino por la opinión pública, y hará todo lo posible para imponer su perspectiva del mundo, sin importar si esa visión es falsa o roza la extravagancia.

“Trump busca ganar y no piensa dejar que los hechos se interpongan en su camino. Si los hechos están de su lado, los usará. Si no, se los inventará”, dijo Mark Carl Rom, el vicedecano de asuntos académicos de la escuela McCourt de Política de la Universidad de Georgetown.

Todos los políticos intentan colocar la verdad a su favor, pero “nunca antes” hubo en EE.UU. un presidente que dijera mentiras tan evidentes bien en Twitter o ante la prensa, según dijo Michael Kazin, profesor de Historia en la Universidad de Georgetown.

Por ejemplo, Trump dijo que millones de indocumentados votaron en las elecciones de noviembre, en las que él ganó gracias al sistema del Colegio Electoral pero perdió en voto popular ante la demócrata Hillary Clinton, quien sacó casi tres millones de sufragios más.

Sin embargo, las autoridades locales de su propio partido encargadas de supervisar los comicios han negado ese extremo.