Tres jueces de París deberán investigar a la firma Renault
Francis Miró
Agencia NA-AFP
Tres jueces de instrucción franceses investigarán los dispositivos utilizados por el constructor de automóviles Renault para controlar las emisiones contaminantes de sus vehículos diesel.
La información fue suministrada ayer por la la fiscalía de París. El organismo judicial ordenó el 12 de enero la apertura de esta investigación judicial por "fraude".
El título de Renault en la bolsa de París perdió 3,63 por ciento.
Como Volkswagen
Tras el escándalo por fraude en las emisiones de los vehículos diésel de Volkswagen en 2015, el ministerio de Ecología de Francia había creado una comisión de expertos independientes para realizar pruebas a un centenar de marcas de vehículos en venta en el país.
Las conclusiones de la comisión, publicadas en julio de 2016, evidenciaron que varios constructores, en particular Renault excedían las emisiones permitidas.
Paralelamente, el ministerio de Economía francés encargó a la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes investigar a una docena de marcas que venden vehículos diésel en Francia.
Conclusiones
En el marco de esta investigación, la DGCCRF llevó a cabo en enero de 2016 una serie de allanamientos en varias plantas de Renault, lo que provocó un hundimiento del título en la bolsa.
La fiscalía de París recibió las conclusiones de la DGCCRF. Renault ha afirmado que siempre ha "respetado la legislación francesa y europea".
"Nuestros vehículos no están equipados con programas fraudulentos".
Después de Volkswagen, Renault es el segundo constructor automóvil en Francia que debe responder sobre sus prácticas en materia de emisiones.
En febrero de 2016 se abrió una investigación judicial contra el fabricante alemán por "fraude agravado".
Este jueves, las autoridades estadounidenses acusaron a Fiat Chrysler (FCA) de haber manipulado los motores de 104.000 de sus vehículos diésel en Estados Unidos para minimizar el nivel real de sus emisiones.
De qué se trata concretamente la maniobra fraudulenta que hizo Volkswagen en su momento y que ahora podría hacerse extensiva a Renault. La respuesta está en el uso abusivo de un modo test que se emplea para probar el funcionamiento de los coches sobre rodillos estáticos en un taller. Este modo de prueba no es malo por si mismo, y lo utilizan muchas compañías, pero Volkswagen lo manipuló para engañar a la EPA y a la agencia responsable de la calidad del aire en California. Ambos organismos realizan sus pruebas de emisiones colocando los coches sobre rodillos en un taller, y Volkswagen altero el funcionamiento del modo test para que el motor trabajara en un régimen con emisiones controladas durante la prueba. En carretera este control deja de funcionar por completo.