Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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La muerte de 33 presos agrava el colapso carcelario en Brasil

La masacre se produjo en una prisión de la capital del estado fronterizo de Roraima. A principios de semana, una sangrienta venganza registró otros 56 asesinatos en una cárcel de Manaos.
Sin consuelo. Consumado el hecho, los familiares de los reclusos aguardan lo peor.

Agencia AFP-NA

Al menos 33 presos fueron brutalmente asesinados ayer en una cárcel de Roraima, en el norte de Brasil, cuatro días después de que una sangrienta venganza dejara 56 muertos en un presidio de Manaos, en plena guerra entre bandas por el control del narcotráfico.

Como en la capital de Amazonas, las víctimas fueron decapitadas, mutiladas y desmembradas, según las fotografías, donde aparecen decenas de cuerpos apilados sobre un gigantesco baño de sangre.

“La Secretaría de Justicia y Ciudadanía informa que durante la madrugada fueron registradas 33 muertes en la Pamc (Penitenciaría Agrícola de Monte Cristo)”, indicó el gobierno de Roraima en un comunicado, precisando que la situación está ahora “bajo control”.

Pese al clima de máxima tensión entre facciones que se vive en los presidios de la estratégica región norte de Brasil -importante ruta del narcotráfico fronteriza con Venezuela, Perú y Colombia-, la matanza no habría sido una respuesta a la masacre de Manaos.

“No es, aparentemente, una venganza del PCC en relación a la Familia del Norte (las dos bandas enfrentadas en la capital de Amazonas)”, afirmó el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, en la presentación del Plan Nacional de Seguridad en Brasilia.

“En esta prisión, desde las últimas rebeliones, hubo separación de las facciones, por lo que todos eran de la misma, ligados al PCC”, añadió el ministro antes de partir hacia el lugar de la tragedia.

El pasado 17 de octubre, diez presos fueron asesinados en la Pamc, la mayor cárcel de este estado fronterizo con Venezuela, algunos decapitados y otros quemados vivos. El mismo día, ocho reclusos murieron en una cárcel de Rondonia, también en el norte de Brasil.

En aquel momento, la Pamc contaba con 1.400 internos, el doble de su capacidad.

Guerra sangrienta

Este nuevo incidente ocurre apenas cuatro días después de que una rebelión en el vecino estado de Amazonas dejara 56 muertos en el Complejo Penitenciario Anisio Jobim, la segunda mayor masacre registrada en una prisión brasileña.

La matanza de Manaos se desató el domingo por la tarde tras un choque entre reos miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), originario de San Pablo, y de la banda local Familia del Norte.

Los brutales asesinatos y su ostentación de la violencia -la mayoría de las víctimas fueron decapitadas y mutiladas- respondieron, según las investigaciones, a una venganza del FDN, aliado del Comando Vermelho (CV) de Río, contra el PCC, la poderosa organización nacida a inicios de la década de 1990 en una cárcel paulista.