Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

Franz Kafka, el Bambino y un modesto consejo

Ahí mismo, a la salida del Museo de Franz Kafka, en Praga, estaba el Bambino Veira. Bermudas y musculosa negra, sonreía tibiamente bajo un solcito de verano a la hora de la siesta, mientras rebuscaba los lentes oscuros. Daba la sensación de recién despierto, con el Colorado Liberman al lado, mucho más pálido y entero.

Faltaban dos días para el partido de Argentina-México por los octavos de final del Mundial 2006 y muchos argentinos aprovechaban las distancias de Europa para moverse entre países como acá nos movemos de provincia o, incluso, menos.

No le pregunté, pero me juego los rulos que el Bambino no tenía idea sobre la obra de Kafka, ese genio sufriente cuya literatura nos llegó gracias a la desobediencia de su amigo Max Brod, que publicó todos los manuscritos que Franz le había ordenado destruir poco antes de su muerte, a los 40 años, por tuberculosis.

Su "Carta al Padre" es una magnífica manera de empezar a leerlo, una suerte de autobiografía en la cual reprocha el autoritarismo e hipocresía de su padre y describe escenas de su infancia y adolescencia, lo cual permite contextualizar quién es el tipo que nos está hablando.

No es una de sus obras más conocidas. Las más celebradas, probablemente, sean dos. Una, "El Proceso", protagonizada por el atormentado Sr. K, máximo exponente del ciudadano indefenso y atacado por una burocracia que solo tiende a imposibilitar su acceso a la ley y la justicia. La opresión y la carencia de salidas, siempre, como ejes centrales.

La otra es "La Metamorfosis", la pesadilla de Gregor Samsa, aquel comerciante de telas que un día se despierta y empieza a notar que su cuerpo va mutando hacia la forma de un insecto gigante, posiblemente una cucaracha.

Lo más interesante de este libro, creo, son las reacciones de su familia, de sus padres, su hermana. También de su jefe y los inquilinos, los "otros" de su sociedad. ¿Un hombre que se convierte en insecto merece conmiseración o rechazo?

El viernes se cumplió el 132º aniversario del nacimiento de Kafka. Su apellido y el adjetivo "kafkiano" se transformaron en sinónimo de cosa complicada, trabada, oscura. También, de literatura de calidad.

No soy bueno dando consejos. Pero me atrevo a recomendarles a Kafka. No tanto al Bambino. Y menos a las cucarachas o a los agujeros negros de la burocracia. Tampoco a los tipos que se convierten en insectos. Aunque sí a Franz, para que aporte algo de calor intelectual a este invierno tan seco.