Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Bahía, la capital postergada

Sergio Massa visitó Bahía Blanca y puso sobre el tapete una idea que tiene más de un siglo: pensar a Bahía Blanca como capital de una nueva provincia, atendiendo a que Buenos Aires, según señalan algunos estudiosos, “se ha vuelto ingobernable como un todo”.

“Creo que Bahía Blanca debe ser capital económica de la Patagonia (...). Es una ciudad con la cual tenemos una enorme oportunidad porque puede crear valor”, mencionó el político, para finalmente sugerir que esa planificación debe ser el resultado de un trabajo en conjunto “de la universidad, el empresariado, el Polo Petroquímico y el Puerto”.

El proyecto de reorganizar el territorio bonaerense está entre las obras eternamente postergadas, planteadas y nuevamente postergadas.

Se podrían rescatar decenas de proyectos en ese sentido, aunque quizá uno solo alcance para dar cuenta de esos intentos. Data de 1900, cuando el expresidente Carlos Pellegrini presentó en el senado su proyecto de tomar a nuestra ciudad como capital de esa nueva territorialidad.

“El desarrollo de Bahía Blanca podrá ser mas lento o precipitado, pero andando los años llegará a ser la gran capital del sur, el Liverpool argentino; y para ese día estas tendencias separativas habrán cedido, arrastrando por el vinculo poderoso de los intereses económicos una gran parte del sur de la provincia y provocando la división”.

La idea de generar un nuevo orden geográfico con Bahía Blanca como cabecera es una propuesta que contiene todos los fundamentos lógicos y racionales para su concreción.

El puerto tiene 130 años, el Polo Petroquímico se comenzó a construir hace 50, las universidades tienen 60 años. Se sabe que si se construye un enlace ferroviario adecuado, el puerto será la salida del petróleo, del potasio y de la producción agrícola. No hay mucho que discutir.

Por eso es clave no esperar que llegue un político en campaña para que la propuesta renazca.

Debe estar en la agenda de todos los vecinos, funcionarios, dirigentes, fuerzas vivas, entidades, universidades, sociedades de fomento.

Debe ser parte de una cuestión diaria, viva, propia. Acaso sea tiempo de recomponer objetivos y sueños olvidados.