Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Un tema que no puede ignorarse

El Concejo Deliberante citó al extitular del Comité Técnico Ejecutivo (CTE), ingeniero Fernando Rey Saravia, apartado de ese cargo a fines de 2012 sin que mediaran demasiadas explicaciones sobre tal decisión, lo que dio lugar a una inmediata demanda judicial por parte del profesional.

esta citación del cuerpo deliberativo es consecuencia de un conjunto de declaraciones realizadas durante las últimas horas por el exfuncionario, asegurando que durante su gestión advirtió la existencia de un “desvío de fondos millonarios” de los recursos destinados al CTE, para ser aplicados “a otras cosas”·

El CTE es un grupo de trabajo conformado por profesionales de diferentes especialidades, que tiene a su cargo el control y monitoreo de las industrias de tercera categoría instaladas en el sector del polo petroquímico y área portuaria y realiza mediciones de contaminantes en la atmósfera, proveyendo datos para la configuración del Indice de Calidad de Aire.

Además, recibe las denuncias de vecinos sobre todo evento ambiental del área de su incumbencia.

Rey Saravia dijo además que el municipio “mentía en los gastos efectuados”. Indicó, entre otros hechos, que se hacían figurar pagos anuales de combustibles por dos millones de pesos, cuando en realidad los mismos con llegaban al 5 por ciento de ese monto.

“Es un engaño que se viene haciendo a la comunidad desde hace mucho tiempo”, apuntó.

Al momento de ser cesanteado, luego de siete años de ocupar su cargo, el profesional no hizo mención alguna de esas situaciones, sino que, consultado por este diario sobre alguna cuestión que hubiera derivado en su alejamiento, mencionó que el propio intendente negó esa posibilidad.

Ahora, en cambio, refiere que lo quitaron del medio “porque molestaba” y aseguró disponer de documentación sobre las irregularidades mencionadas.

El pedido del bloque de Integración Ciudadana para que Rey Saravia concurra al CD no resulta entonces un tema menor, sino que, por el contrario, merece toda la atención y seguimiento.

Se trata de un posible hecho de corrupción en el manejo de fondos públicos asignados a un organismo que se ocupa de una situación de alta sensibilidad, como es el control de uno de los polos petroquímicos más importantes del mundo.