El parque busca su nueva cara

Redacción de La Nueva.

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Muchas veces, a lo largo de sus cien años de historia, se mencionó la necesidad de recomponer el Parque de Mayo, de dotarlo de la infraestructura necesaria para permitir el uso más adecuado de un trazado que, en muchas de sus partes, no responde a su condición de paseo, por lo que la comunidad bahiense no puede disfrutarlo como se debería.

No puede ignorarse, por cierto, que el espacio fue concebido en el año 1906 para funcionar como un barrio parque, con lo cual se entiende el particular trazado de sus calles, en un diseño que fue inspirador para barrios que vinieron después, como Palihue y Patagonia.

así pues, solamente una parte del lugar fue concebida con espíritu de paseo y ofreció desde el vamos características acordes con su uso actual.

El barrio parque, que tenía el nombre de Adornado, nunca logró concretarse y el municipio terminó por adquirir esas tierras, hasta conformar el paseo tal cual se lo conoce.

A esta adquisición siguió una tarea de forestación que nunca respondió a un plan específico ni acorde a las circunstancias, ni en la distribución de los ejemplares ni en las variedades elegidas.

El resultado fue la falta de un criterio integral, una oferta razonable para una demanda de uso que nunca dejó de existir.

Un hecho trágico, la caída de un árbol que costó la vida de una niña, derivó en una fuerte intervención que incluyó, en una primera instancia, el retiro de casi mil árboles.

También se retiraron mesas y fogones que estaban en muy mal estado, y que a pesar de eso se seguían utilizando.

La situación no deja de ser una oportunidad para readecuar el lugar, a partir de una planificación seria, documentada y que permita la participación de entendidos en la materia, la cual no entienda de manera exclusiva en definir qué especie replantar.

El parque requiere un plan maestro, una idea rectora. Necesita un pensamiento integral que se pueda materializar en etapas y que incluso permita aprovechar toda la superficie. También necesita servicios adecuados para atender sus diversos usos y circunstancias.

Se trata de una oportunidad que sería bueno no desaprovechar, y exige dejar su resolución en manos de las varias disciplinas que tienen algo que aportar.