Los choferes todoterreno

Redacción de La Nueva.

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Por decisión del municipio, a partir de una iniciativa elevada desde Defensa Civil y asumida en los hechos por Bahía Transporte Sapem, los choferes de las distintas líneas del transporte urbano local recibirán una adecuada capacitación para poder brindar primeros auxilios y tareas de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP).

Si bien puede parecer en principio una decisión cuanto menos curiosa, la realidad es que, al momento de detectarse situaciones de emergencia dentro de los coches, el chofer aparece como el primer encargado de asumir una acción o plantear una respuesta.

Esto se evidencia más, según se explicó desde la comuna, en las grandes ciudades, donde además cualquier catástrofe tiene entre estos trabajadores a uno de sus primeros auxiliares.

La decisión se basa también en que muchas veces se han registrado situaciones de descompensación en algunos de los 85 mil pasajeros que cada día utilizan el transporte urbano para moverse dentro de la ciudad, generando situaciones en las cuales muchas veces la única ayuda que pueden recibir en lo inmediato es que alguien se comunique con el servicio de emergencia 911 y aguardar la llegada de una ambulancia.

Ante este panorama, estando en juego a veces la vida de una persona si no recibe una primera atención inmediata, es que se preparará a los trabajadores del volante a partir de una capacitación que permitirá, de acuerdo a los dichos de las autoridades de BTS, que los conductores puedan marcar “una diferencia entre la vida y la muerte”.

Una decisión similar se verificará con los entrenadores de diferentes disciplinas deportivas donde haya menores, quienes deberán cumplir, de manera obligatoria, con la realización de estos mismos cursos de primeros auxilios. En todos los casos, los mismos están a cargo de personal de Defensa Civil, quienes van recorriendo las distintas instituciones deportivas locales.

La reanimación cardiopulmonar es un procedimiento de emergencia que permite salvar la vida de una persona que ha dejado de respirar, o cuyo corazón ha cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un ataque cardíaco o ahogamiento.

Las compresiones cardíacas –una técnica simple y efectiva- permiten mantener la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer la respiración y las palpitaciones cardíacas. Si ese flujo se detiene, se puede generar daño permanente al cerebro o la muerte en cuestión de minutos.