Los beneficios de la coordinación

Redacción de La Nueva.

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No es la primera vez que escribimos, en esta misma columna, sobre la crisis hídrica que padece la cuenca del río Colorado.

y lo hemos hecho en más de una oportunidad, en virtud de que no tiene antecedentes similares en muchas décadas.

Pero, a la vez, porque a lo largo del cauce hay muchos emprendimientos productivos de gran valía y, posiblemente, el más importante está muy cerca de Bahía Blanca, en el valle bonaerense que comprende el sur del distrito de Villarino y el norte del de Patagones, área administrada por Corfo Río Colorado.

pues bien, la sucesión de años con nevadas por demás escasas ha determinado que Casa de Piedra, el único dique regulador de las aguas, también haya iniciado un descenso en el nivel del lago sin precedentes.

lo cual obligó a extremar el uso de los caudales, con la intención de repetir los ciclos productivos con el menor perjuicio, más allá de que los resultados hayan ido descendiendo en forma paulatina.

este ciclo no distó mucho de los anteriores. Apenas si nevó un poco más que en el invierno 2013, aunque algunos factores climáticos tendieron una mano para que no se notase tanto la carencia.

porque llovió con reiteración en el otoño y el invierno, permitiendo que los campos acumulasen una humedad impropia para esa época, por lo que se pudo postergar las sucesivas aperturas de compuerta. En definitiva, se pudo almacenar caudales que resulta vital retener con vistas al futuro inmediato.

todo esto fue posible merced a una coordinación permanente en las decisiones por parte del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), Corfo Río Colorado y los productores, que tomaron conciencia de la trascendencia de la crisis y agotaron sus esfuerzos para reducir al mínimo el requerimiento de agua para la producción.

el gran interrogante pasa por saber qué ocurrirá el venidero invierno. Si el extenso ciclo seco se repetirá o si se interrumpirá, como todos los sectores vinculados con la cuenca están esperando.

en tanto, habrá que seguir sumando acciones como la apuntada, de modo que no pierdan continuidad los ciclos productivos en las diferentes áreas irrigadas por el río Colorado, evitando, en consecuencia, que los riesgos se incrementen y crezca la posibilidad de que no se pueda trabajar la tierra como se viene haciendo desde hace tiempo y el desarrollo tenga un freno.