Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Hay avances en el Pro.Cre.Ar.

Un paso alentador fue dado desde la Agencia Urbana municipal, que elevó al Concejo Deliberanbte un proyecto de ordenanza para dotar de los indispensables indicadores urbanísticos a las tierras expropiadas al Ejército para ser destinadas al plan nacional de viviendas Pro.Cre.Ar.

Se trata de 15 hectáreas ubicada detrás de las instalaciones de la Tercera División militar, recostadas sobre la ruta 33, a las que se sumaron además otras dos de dominio municipal.

con este espacio se tiene la expectativa de generar 508 lotes, los cuales serían suficientes para atender la demanda existente de 800 beneficiados por los créditos que otorga esa entidad estatal.

Lo positivo de la propuesta del Departamento Ejecutivo –que va de la mano de las expectativas de los beneficiarios con el préstamo- es que establece la generación de lotes de 10 metros de frente por 25 de fondo, consideradas como condiciones mínimas óptimas, dejando de lado la propuesta sugerida desde la ANSES de plantear terrenos de 5 metros de ancho, de manera de generar mayor cantidad.

De esta manera se deja de lado un espíritu de carácter especulativo demostrado por la ANSES, que no fue bien recibido por los futuros adjudicatarios y que resultó además cuestionado por profesionales de la arquitectura, quienes, si bien dejaron en claro que se puede plantear una vivienda digna en un terreno de esas dimensiones -por lo general, con una resolución tipo dúplex-, calificaron como “un despropósito” plantear esa tipología en un sector de la ciudad que necesita consolidarse con otro tipo de viviendas, más adecuadas a un espacio muy abierto y de amplia continuidad.

En su análisis urbano, la agencia señaló además que el lugar resulta propicio para la construcción de viviendas unifamiliares, contribuyendo, indican, “al crecimiento uniforme y progresivo que la ciudad expresa de norte a sur”, y de alguna manera teniendo un pensamiento más abierto y adecuado hacia la ciudad en su conjunto y las formas en que se pretende crecer.

De esta manera se va encontrando una salida a la particular situación que el Pro.Cre.Ar. generó no solamente en nuestra ciudad sino en todo el país, ya que, al crecer la demanda de terrenos, el mercado inmobiliario respondió de la peor manera para los potenciales compradores: aumentando el valor de la tierra y dejando en claro la escasa oferta existente en materia de lotes. Una situación que, curiosamente, los impulsores del programa parecen no haber considerado.