Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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La mitad de la reforma fiscal pesará sobre las provincias

De acuerdo con un documento del Iaraf, la pérdida de ingresos impositivos que acarreará la iniciativa del gobierno deberá ser soportada en un 50% por las jurisdicciones subnacionales.
Las negociaciones en el Congreso entre el Ejecutivo y los representantes de las provincias se presumen arduas, ya que habrá resistencias a vencer.

El proyecto de reforma fiscal, que busca reducir en 1,5 puntos del PBI la presión tributaria, requerirá del acompañamiento de las provincias y municipios, que se verán afectadas a través de menores fondos coparticipados, de acuerdo con un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

“Para el cálculo del costo fiscal de las reformas, es muy importante tener en cuenta que en muchos casos los tributos nacionales, no obstante se recauden a nivel federal, se distribuyen luego entre la Nación, las Provincias y los Municipios, según los arreglos de coordinación fiscal federal existentes, siendo el más importante el de la Coparticipación de impuestos vigente”, advierte el Instituto con sede en Córdoba capital.

Agrega que “para ello puede ser útil recordar que la reducción de presión efectiva consolidada de 2 puntos del PIB lograda entre 2016 y 2015 tuvo un impacto a nivel subnacional equivalente a prácticamente la mitad del total”.

Es que no se debe perder de vista que por la vía de la Coparticipación Federal, aproximadamente la mitad de este costo -que el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne cifró en un 1,5 por ciento del PBI en cinco años- la tienen que financiar los niveles subnacionales.

“Por lo tanto, cualquier esfuerzo adicional que se requiera a los fiscos subnacionales (como por ejemplo reducción de Ingresos Brutos o tasas municipales asimilables al mismo) deberá tener en cuenta que el costo fiscal será el resultado de una sumatoria con lo que ya deben afrontar por una menor coparticipación de impuestos nacionales.

“Para ilustrar numéricamente con un ejemplo, si se les solicitara una reforma de la misma magnitud que la del gobierno nacional, es decir, con un costo fiscal del 1,5% del PIB; deberán considerar que el impacto efectivo directo para el consolidado subnacional terminará siendo del 2,2% del PIB (1,5% + 0,7%).

“En efecto, va a ser ardua la discusión en el Congreso en relación a los recursos que resigne cada nivel de gobierno”, señalan.

Margen acotado

Suponiendo que la reforma tributaria empieza a aplicarse el año que viene, se siguen los lineamientos de la ley de Responsabilidad Fiscal, se cumplen las metas de déficit fiscal fijadas por Hacienda y las tasas de crecimiento del PBI ascienden al 3,5 y 4% para los años 2018 y 2019 respectivamente, bajar la presión fiscal -recaudación total de impuestos sobre PBI- hasta el 1,5% exige una merma conjunta del 4,9% del PBI en el gasto público en cinco años (2018-2022) y del 4,2% del déficit fiscal primario -sin incluir los intereses de la deuda- durante dicho lapso.

Con todo, el margen fiscal, es decir, las bajas conjuntas de déficit y gasto con relación al tamaño de la economía necesarios para bajar impuestos, ascendería a 0,7 puntos del PBI.

“Con este margen fiscal, el gobierno nacional puede aspirar a una reforma con costo fiscal del orden de 1,5 puntos del PIB, teniendo en cuenta que por la coparticipación federal aproximadamente la mitad la tienen que financiar Provincias y Municipios, por lo que debe acumular un margen de alrededor del 0,75% del PIB”, señañan desde el centro de estudios cordobés.

Respecto de los impactos deseados tras la reforma, el Iaraf señala que se busca reducir la presión tributaria sobre las actividades empresariales con el objetivo explícito y lógico de fomentar la inversión y la creación de empleo privado genuino.

La propuesta busca disminuir la presión tributaria que soportan las empresas para tratar de ir alineándola a la que experimentan el resto de los países de la región y el mundo desarrollado.

Dado que no se modifican los impuestos generales al consumo, no debe esperarse un efecto inmediato de reducción de presión tributaria sobre los consumidores.

Declaraciones de Dujovne: “IIBB nos deja fuera de juego”

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, advirtió que Ingresos Brutos “es un impuesto deja a la Argentina fuera de juego”, y aseguró que ese tributo “no existe en ningún lugar del mundo”.

“Ingresos brutos es un impuesto que deja a la Argentina fuera de juego en términos de la competencia con otros países. No existe en ningún lugar del mundo”, enfatizó el ministro.

Y añadió: “no fuimos unos genios cuando creamos este impuesto porque nadie más lo tiene y nadie más lo tenía por lo malo que es”.

Además, comentó que “no me ha tocado estar con ningún gobernador que no reconozca que tenemos un problema con Ingresos Brutos y Sellos.

“La clave de este problema es que logremos tener un nivel de gasto publico más bajo” para evitar recurrir a tributos distorsivos.