Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Volver al trabajo después de los 45 años es casi un imposible

Un informe a nivel nacional detectó que la mayoría de las empresas cree que la edad es un factor diferencial al momento de una posible selección laboral.
Volver al trabajo después de los 45 años es casi un imposible. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

De acuerdo con un informe privado, alrededor de 800 mil argentinos mayores de 45 años busca sin éxito volver al mercado laboral.

“La falta de políticas activas, tanto de empresas como del Estado, disminuye la posibilidad para que este segmento poblacional vuelva a incorporarse en el sistema”, de acuerdo con la firma autora del informe, la consultora especializada en Recursos Humanos Adecco Argentina.

Esta situación que atraviesan las personas de más de 45 sucede al margen de si son o no profesionales, debido a lo cual dicha problemática no se relaciona directamente con el grado de formación académica.

“Se trata de personas que quedaron al margen del circuito de empleo, despedidos de los lugares donde trabajaban, aventurados a buscar nuevos desafíos, o personas que dejaron de trabajar por algún motivo y desean o requieren volver al mercado laboral.

“Ello se da en un contexto en donde se estima que el 80% de las ofertas de empleo son para menores de 45”, advierte el documento de la empresa.

En tanto, sobre una muestra de 420 firmas de toda la Argentina, la mayoría considera a la edad un requisito crucial en una búsqueda laboral.

“Los resultados muestran que, para el sector privado, la edad de los postulantes a una búsqueda laboral es un factor relevante al momento de decidir la contratación.

“Quienes piensan así (63%) casi duplican a quienes no ven en la edad (35%) una variable de importancia. Esta mirada crítica predomina más en el caso de las Pyme (66%) que en las empresas grandes (58%), y más en las que no tienen empleados +45 (67%) comparado con las que sí tienen (64%)”, señalan desde Adecco.

Las personas mayores de 45 no son percibidas como un grupo vulnerable con el cual se debe trabajar su empleabilidad.

“Son una minoría (22%) quienes los identifican como un colectivo en riesgo con el cual se debe trabajar de manera proactiva esta problemática.

“Estos valores se mantienen casi similares al comparar a las empresas grandes (21%) con las Pymes (23%). En cambio, se observa una gran diferencia entre quienes tienen este tipo de empleados (23%), comparado con quienes no cuentan con ellos (0%)”, aseguran desde la filial local de la multinacional.

¿Qué hacer?

A modo de conclusión, Adecco Argentina sugiere las siguientes ideas para poner en acción:

Poner en agenda la importancia de brindar oportunidades de empleabilidad a personas +45.

La edad estaría apareciendo como una posible barrera, sobre todo en el caso de las Pymes y entre quienes no tienen actualmente este tipo de empleados en su nómina.

Ser conscientes que las personas +45 son un grupo vulnerable en materia de empleo. Este cambio de mentalidad es aún más importante en las empresas que no cuentan con ellos en su staff.

Desarrollar políticas activas desde el sector privado en favor de la empleabilidad de este colectivo, tanto en las empresas grandes como en las Pymes.

Para la firma que elaboró el informe, la articulación con el Estado se presenta como un camino a recorrer para generar mejores condiciones de contratación.

“Tener un enfoque empresarial basado en la diversidad; que valore el gran aporte que hace esta franja etaria al entorno laboral, principalmente a través de la experiencia y el compromiso con el trabajo”, señalan.

Finalmente, se propone generar instancias de capacitación para contrarrestar el desafío que presentan el manejo de la tecnología para este colectivo y la dificultad para adaptarse a entornos laborales cambiantes.

De acuerdo con los especialistas en Recursos Humanos, a partir de los 45 años las personas poseen características diferenciadoras que los hacen valiosos e importantes para el mercado laboral, aquí algunas de ellas:

Tienen sus habilidades comunicativas desarrolladas por completo. Además de una mayor soltura al tratar con clientes o proveedores, tienen sus habilidades de negociación más desarrolladas.

Gracias a esas habilidades comunicativas son buenos líderes, y saben aprovechar la importancia de la comunicación cara a cara en los negocios.

La productividad aumenta porque hay menor rotación, ya que los trabajadores mayores de 45 años son más realistas en cuanto a sus expectativas de futuro, por lo que su nivel de compromiso es más elevado.

Asimismo, cuando estos profesionales se vuelven a colocar valoran más su nuevo puesto y, por ende, su rotación es más baja.

Son personas laboralmente estables y concentradas, han trabajado toda su vida y no están en busca de “la siguiente oportunidad” como los jóvenes.

“Un hombre desde los 45 años en adelante ha adquirido suficiente experiencia para contar con la madurez necesaria al momento de enfrentar situaciones de estrés o frustración en el trabajo”, asevera el estudio de la empresa.

El mercado local

A pesar de encontrarse entre los más perjudicados a la hora de reinsertarse en el mercado laboral, los datos infieren que tanto a nivel país como local, la desocupación afecta con menos fuerza al segmento etario de quienes tienen entre 30 y 64 años en comparación con los trabajadores más jóvenes.

Prueba de ello es que, de acuerdo con las estadísticas oficiales que elabora el INDEC, al segundo trimestre de este año (último dato disponible), la tasa de empleo, esto es, el porcentaje de ocupados con relación a la población total, es del 62,6% entre quienes tienen más de 29 y menos de 65 años, frente al 28,4% de los menores de 29 años en el aglomerado Bahía Blanca-Cerri (BBC) uno de los 31 que releva el organismo, en forma trimestral.

A nivel del total de los aglomerados, la situación no es muy distinta.

Es que para el segmento de los sub-30, la tasa de empleo es hasta casis dos veces más baja respecto de quienes tienen entre 30 y 64, siempre de acuerdo con el Instituto.

Si se toma la tasa de desempleo -es decir, el porcentaje de individuos sin ocupación paga, pero que la busca en forma activa- la misma es de apenas el 5,3% en BBC (5,9% en todos los aglomerados) entre quienes tienen entre 30 y 64 frente al 18,9% (19,8% en todos los aglomerados) para los “sub-30”.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo juvenil en todo el planeta alcanzaría al 13,1% de los jóvenes al finalizar 2017, luego de cerrar en un nivel similar durante el año pasado.

La cifra representa una suba frente a 2015, cuando la OIT estimó la magnitud de la desocupación para esta franja etaria en alrededor del 12,9%.

Así las cosas, el informe de la OIT -titulado Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016: Tendencias del empleo juvenil- muestra que el número de jóvenes desempleados aumentará este año de medio millón hasta alcanzar los 71 millones, el primer incremento de este tipo en tres años.

Despierta aún mayor preocupación la proporción y el número de jóvenes, con frecuencia en los países emergentes y en desarrollo, que viven en pobreza extrema o moderada a pesar de tener un trabajo.

De hecho, 156 millones o el 37,7% de los trabajadores jóvenes se encuentran en una situación de pobreza extrema o moderada (frente a 26 por ciento de los trabajadores adultos).

A través de la mayoría de los indicadores del mercado laboral, se constataron grandes disparidades entre las mujeres y los hombres jóvenes, que refuerzan y alimentan un incremento de las desigualdades durante la transición hacia la edad adulta, de acuerdo con el informe de la Organización.

En 2016, por ejemplo, la tasa de participación en la fuerza de trabajo para los hombres jóvenes se sitúa en un 53,9 por ciento, frente al 37,3% para las mujeres jóvenes, lo cual representa una disparidad de 16,6 puntos porcentuales.