Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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¿Cómo se pueden potenciar los efectos del Plan Empalme?

Un estudio privado señala que para convertir a quienes reciben un plan social en asalariados formales hará falta algo más que subsidiar por dos años los aportes patronales que pagan las empresas.
¿Cómo se pueden potenciar los efectos del Plan Empalme?. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

La idea de reconvertir a los receptores de planes sociales en asalariados formales no debería obviar que la inmensa mayoría de las grandes empresas, donde el nivel de cumplimiento con las regulaciones laborales es más alto, emplea a trabajadores con elevada calificación, por lo que un informe privado sugiere que, para potenciar el Plan Empalme, sería imporante la creación de un sistema tributario y laboral exclusivo para las pequeñas empresas.

Esto porque los asalariados con bajos niveles educativos trabajan en establecimientos pequeños, y lo hacen, en la gran mayoría de los casos, en condiciones de informalidad laboral, es decir, sin recibir descuento jubilatorio ni seguros obligatorios, entre otras regulaciones.

Además, los "candidatos" para acceder al Empalme son jóvenes desocupados con niveles educativos bajos, los que forman parte del núcleo duro del desempleo, cuya inserción laboral estará sesgada hacia los pequeños establecimientos, los demandantes de este tipo de empleos.

Prueba de ello es que, de acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) el 79 por ciento de los asalariados con bajo nivel educativo (máximo secundaria incompleta) se desempeña en empresas de hasta 40 empleados. De este total, el 60% lo hace como asalariado no registrado o “en negro”.

Esto implica que sólo el 21% de los empleados de baja calificación trabaja en una empresa de más de 40 empleados, donde los niveles de cumplimiento con las leyes laborales se incrementa notablemente.

"Para que el 'Empalme' tenga éxito no alcanza con dos años de subsidios al empleo. Se necesita una transformación integral de las instituciones laborales y tributarias que activen las potencialidades de las pequeñas empresas, que son las que generarán los empleos accesibles a personas de bajos niveles de educación y escasa experiencia laboral", diagonosticaron los técnicos de Idesa.

Esto lleva a poner los énfasis en derribar las barreras que desalientan la generación de empleos formales en las pequeñas empresas.

"Si bien son mucho los factores que afectan a este segmento productivo, su potencialidad para generar empleos formales está condicionada por la alta presión tributaria y leyes laborales cargadas de burocracia y fisuras donde se filtra la litigiosidad", señalan desde Idesa.

Por eso -acotan- es recomendable acompañar el Plan Empalme con la sanción de un Estatuto Laboral y Tributario Especial para Pequeñas Empresas.

"La idea central es preservar los derechos laborales sustantivos (salarios mínimos, jornada, vacaciones y descansos, protección contra el despido arbitrario, prevención de accidentes, etc.), prescindir de requerimientos administrativos vetustos (como el libro de registro y el certificado de aportes que fueron tecnológicamente superados por la AFIP) y excluir las regulaciones que sólo pueden ser cumplidas por empresas más grandes", explicaron desde el Instituto.

Si bien es cierto que la simplificación debería ser para todas las empresas, es en las pequeñas donde es más urgente, porque es precisamente allí donde la informalidad es intensa y donde existen mayores potencialidades de generar, en forma masiva, empleos para personas de baja calificación.

Demasiada informalidad

El informe de Idesa demuestra que 4 de cada 5 empleos de baja calificación se generan en empresas pequeñas y mayormente en condiciones de informalidad.

En sentido contrario, el acceso de las personas con bajos niveles de calificación a empresas medianas o grandes es muy limitado.

"Se trata de un dato que no debería ser pasado por alto al evaluar la viabilidad de que los planes sociales puedan transformarse en subsidios al empleo formal", insisten desde Idesa.

"Obviamente que resulta seductora la idea de promover que las empresas más grandes cambien de actitud y contraten más gente con baja calificación.

"Pero difícilmente esto ocurra con la masividad que se necesita para absorber a toda la gente que actualmente recibe dinero del asistencialismo", concluyen.

Es que las firmas de mayor porte tienden a ser cada vez menos demandantes de mano de obra no calificada. Por un lado, porque son las más expuestas a la litigiosidad laboral y, por otro, porque sus procesos productivos son más complejos y enfrentan mayores exigencias de adopción de nuevas tecnologías.

Replicando lo que ocurre a nivel país, en Bahía Blanca, de acuerdo con los datos de la Base Usuaria de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC al último trimestre del año pasado, un 78% de los asalariados bahienses con secundaria incompleta como máximo nivel educativo se desempeñó en establecimientos productivos de hasta 40 empleados.

El Plan Empalme

De acuerdo con fuentes municipales contactadas por este diario a principios del mes anterior, el Plan Empalme contaría con al menos 1.446 bahienses en condiciones de acceder al mismo.

Tal como anunció el presidente Mauricio Macri en plena celebración del Día del Trabajador, el programa persigue el objetivo de reducir el costo laboral del empleador para inducir la creación de trabajo genuino.

Para ello propone que partiendo de un salario de bolsillo de 12.000 pesos, el Estado subsidie $4.030 –el monto que se percibe por un plan social-- con la condición de que el empleador incorpore un trabajador registrado.

Vale aclarar que sólo los planes que se cobran bajo la órbita del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social de Nación forman parte del programa.

Así las cosas, los planes vigentes incorporados al Empalme son: Jóvenes por más y mejor trabajo, Seguro de capacitación y empleo, Progresar, Promover, Prestaciones de desempleo, Ellos hacen, Construir empleo, Intercosecha, así como los egresados de cursos de Formación Profesional.

En Bahía Blanca, unos 1.077 jóvenes perciben el Jóvenes por más y mejor trabajo, al tiempo que los 369 restantes perciben el Seguro de Capacitación y Empleo.

Ambos planes funcionan en el ámbito de la Oficina de Empleo de la Municipalidad de Bahía Blanca.

Los subsidios varían entre 900 y 4.030 pesos por trabajador, según pertenezcan a planes dependientes del Ministerio de Trabajo o de Desarrollo Social.

El empleador pagará el salario y las cargas sociales de cada trabajador que incorpore (aporte previsional más cobertura de salud), y descontará de ese monto el importe del subsidio estatal.

La vigencia del plan será de 24 meses, y no hay precisiones sobre la posibilidad de prórroga.

Se determinó además que "los empleadores interesados en acceder al incentivo económico para la contratación laboral de participantes de programas nacionales de empleo o de desarrollo social" deberán adherir al Programa de Reinserción Laboral creado en el año 2006.

"Los empleadores gozarán de este beneficio si se trata de una nueva relación laboral, o de la regularización de una preexistente, respecto de la nómina total de trabajadores declarada al día 31 de diciembre de 2016", puntualizó el decreto.

Tras el crecimiento

Desde Idesa saludaron la iniciativa del Plan Empalme por cuanto " desde el punto de vista individual y familiar existe una abismal diferencia entre ser artífice del propio progreso en base al trabajo que subsistir gracias al asistencialismo.

"Desde lo institucional, que deje de haber personas que votan condicionados por el asistencialismo es un aporte enorme a la calidad del sistema democrático", acotaron.

Sin embargo, se encargaron de destacar que más allá de lo atinado de este tipo de políticas públicas, consolidar un sendero de crecimiento es la clave para resolver los graves problemas de empleo que tiene un amplio porcentaje de la población.

"Argentina seguirá en la senda del crecimiento en 2017 y 2018, con aumentos del PIB del 2,5 % y 3,1 %, respectivamente, gracias a las reformas del Ejecutivo de Mauricio Macri, pero con unas perspectivas rebajadas", según el informe que publicó esta semana la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) .

"La inversión será una pieza clave del crecimiento, apoyado por una mayor inversión en infraestructuras, una mejora del clima de negocios y un aumento de la entrada de capitales", señaló el documento.

Las OCDE consideró que el mercado de trabajo sigue como un freno a la economía argentina, por lo que conviene reformarlo para hacer crecer "la productividad" y los "ingresos".

"El desempleo aún afecta al 8 % de la población activa, pero el empleo ha comenzado a crecer al tiempo que la economía inició su recuperación", apuntó el informe.

Además, el organismo, con sede en París, juzgó necesario "una completa reforma impositiva" que reduzca "distorsiones" y promueva "ecuanimidad".

Pidió "mayores esfuerzos" para reducir la desigualdades en el acceso a una educación de calidad y para frenar el trabajo informal o "en negro".

Los riesgos que acechan al país podrían venir, según la OCDE, de una recesión de Brasil prolongada y de un aumento del proteccionismo.

El pasado abril, otro organismo internacional, el Fondo Monetario Internacional (FMI), situaba la inflación en Argentina en 2017 en el 25,2%.