Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Por ahora, solo son sombras chinescas

La apertura a la inversión china no se ve desde CAME como una amenaza a las pymes en otros campos.
Por ahora, solo son sombras chinescas. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

Rodolfo Angeletti

rangeletti@lanueva.com

El “plan de trabajo de cinco años” explicitado por el gobierno con China, al que aludió hace poco la canciller Susana Malcorra, tras la visita presidencial a ese país, representa para la Argentina una inversión de 32 mil millones de dólares, pero supone también la posibilidad de un aumento de las exportaciones de ese origen en áreas sensibles para la economía doméstica.

La estrategia de complementación de largo plazo “abarcativa a todos los sectores de vínculo entre los dos países” supondría por lógica que uno de los mayores socios comerciales de la Argentina, por detrás de Brasil, no desaprovechará esa plataforma comercial para ampliar sus chances comerciales en esta parte del continente.

En 2016 las importaciones desde China a la Argentina se ubicaron en 10.500 millones de dólares, lo que representa el 19% del total nacional. La balanza comercial, deficitaria para nuestro país desde el año 2008, mostró en 2016 un saldo negativo de u$s 5.800 millones.

Algunos creen ver hacia adelante una avanzada de las automotrices chinas, detrás de Chery, que fue la cabecera de playa, aunque para otros habrá que poner primero la atención en Alibaba Group, la mayor empresa de comercio electrónico mundial, que cuenta con 24.000 empleados, y en 2016 tuvo ventas por 550.000 millones de dólares (aproximadamente el PBI de Argentina).

Su presidente, Jack Ma durante su reciente visita a la Argentina,le anunció a Macri, que los argentinos podrían usar la fuerza de venta de Alibaba para hacer compras directas y electrónicas en China, con todas las garantías de seguridad que ofrece el portal a sus usuarios.

Ma manifestó que en los próximos años el crecimiento de la clase media china hará elevar la demanda de alimentos, entre ellos el vino argentino, que se podría ver beneficiado con una plataforma digital.

Ayer “La Nueva.” consultó al vocero y secretario de Industria de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pedro Cascales, sobre las expectativas que abre el nuevo vínculo supranacional.

Cascales manifestó que “el gobierno intenta encauzar la relación comercial con China, para profundizar su perfil más como inversor que como proveedor de productos manufacturados o indumentaria”.

Al respecto mencionó que una herramienta que seguramente operará como un reaseguro para la industria nacional será la “Ley de Compre Nacional”, que se presentó hace 2 semanas en la Legislatura.

De este modo, las empresas proveedoras del Estado y organismos públicos que lleven a cabo proyectos de infraestructura deberán darle prioridad a productos de fabricación nacional por sobre los bienes importados. Así se potenciará a la industria y se desarrollarán capacidades competitivas en sectores estratégicos como el ferroviario, la energía y los relacionados a la media y alta tecnología.

Se estima que las compras públicas representan en la Argentina más del 5% de su PBI y que generan el 2,5% del empleo formal. Con este proyecto se procura incrementar la actividad interna, que permitirá la reactivación de la economía a partir de la generación de 70 mil nuevos puestos de trabajo de alta calificación en los próximos años.

Cascales indicó que desde la gremial empresaria se sigue con atención la delicada situación de sectores como el textil, del calzado o indumentaria.

“Nos parece que el gobierno hace bien en tratar de apalancar su industria con tecnología china en bienes de capital y componentes industriales. Son productos que la Argentina no fabrica, ni tiene sentido que se ponga a fabricar porque eso no la vuelve más competitiva", señaló el dirigente de CAME, que además es integrante de CARMAHE, la Cámara de la Maquina Herramienta, que integra la Unión Industrial bonaerense.

Y agregó: “A nadie se le ocurriría ponerse a fabricar rulemanes en la Argentina, lo mismo que un brazo robot. La industria nacional compra afuera el brazo robot, que representa un tercio del producto final, y fabrica los periféricos, donde sí tiene capacidad y puede ser competitivo a nivel sudamericano”.

Compra directa

A mediados de 2016 CAME elaboró un estudio con algunas conclusiones como, por ejemplo, que un vestido casual confeccionado en la Argentina podía conseguirse por $ 700. Sin embargo, una prenda de similar calidad, aun tributando el arancel, llegaría directamente desde China a la puerta del comprador por menos de $ 300. Es decir que el producto nacional resultaría 140% más caro.

“En carteras, el gap estimado era del 120%; en calzados, de casi 65%”.

Recientemente, la empresa china Xuzhou Construction Machinery Group Co. Ltd ofreció a la provincia de Mendoza maquinaria en cuotas y con financiación propia en hasta 60 meses. La operación que se había cerrado con XCM era por 10,8 millones de dólares y se estimaba un ahorro del 30% aproximadamente.