Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Clubes de barrio: la prioridad pasa por ordenar las cuentas y crecer

En casi todas las instituciones se advierte la necesidad imperiosa de poner la casa en orden y no escatimar esfuerzos hasta alcanzar el objetivo.
Clubes de barrio: la prioridad pasa por ordenar las cuentas y crecer. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

Rodolfo Angeletti

rangeletti@lanueva.com

En el barrio es necesaria una economía de guerra, que no sabe de proyecciones porque se vive al día, pero donde siempre sobran sueños y la solidaridad aparece a cada paso.

Es allí donde se cimentan los sueños de cientos de pibes que encuentran en sus clubes el afecto, la contención y los oídos siempre prestos de algún adulto para escucharlos con atención.

No son muchos, más bien los de siempre, los que ponen el hombro sin pedir nada a cambio, sino todo lo contrario.

La vida de estos clubes siempre transcurrió con desafíos, tanto por la necesidad de hacerse de recursos indispensables, como por el crecimiento de la población de proximidad y sus demandas.

En general, hubo poco apego de sus líderes por transparentar su funcionamiento, rendir cuenta de sus actos ante organismos oficiales, o exhibir la solvencia de sus cuentas.

Paralelamente, el vértigo de la vida diaria fue restando voluntades para trabajar sólo por el amor a la divisa.

Sin embargo, hoy no existe dirigente que se precie de tal que pierda de vista la necesidad de regularizar el club y mantener su funcionamiento dentro de la ley, para poder tener al menos alguna expectativa de gestionar en distintos niveles de decisión alguna colaboración económica o institucional.

Juan Garcés es un buen exponente de esta realidad. Lidera la comisión directiva del club Deportivo y Cultural Loma Paraguaya, en Undiano al 2500.

A pesar de sus 25 años, su compromiso con el proyecto barrial es evidente.

"La realidad social, no nos permitió comenzar con las actividades deportivas a principio de año. Muchos padres involucrados con el proyecto no pudieron acompañar porque viven de changas y no pueden desentenderse", relató Juan.

Hoy, el músculo ya está en marcha. El club tiene su personería jurídica, y eso le permitirá recibir donaciones de entes oficiales y privados sin objeciones en ese sentido.

El primer objetivo de esta comisión directiva es levantar baños y vestuarios en el predio.

Según Juan, quienes lo acompañan en la gestión pretenden poder acercarse a figuras políticas de la ciudad, para hacer conocer el programa de trabajo y lograr su participación.

Destacó también el buen acompañamiento de las familias del barrio.

Martes y jueves, de 17.30 a 19, entrenan las categorías menores. Una vez finalizado se los recibe con la merienda en el Centro de Jubilados ubicado en Coronel Vidal 754.

Otro sindicato que colabora con el club es SETEP (Trabajadores de Emprendimientos), que durante 2016 donaron gran cantidad de mercadería .

Según señaló Juan Garcés, existe consenso para tratar de avanzar con el proyecto de construcción de un salón de Usos Múltiples, a través de un acuerdo de comodato con la Sociedad de Fomento del barrio.

Loma Paraguaya concentra actualmente unos 40 chicos, que practican fútbol , y durante este año agregará posiblemente otros 15 pibes de la Sub 15, una categoría que debuta.

"Nuestro balance registra cero pesos. Contamos con pelotas que pudimos conseguir a través de un subsidio de la Cámara de Senadores. Camisetas tenemos, pero la plata para funcionar hay que juntarla con rifas y bingos", manifestó.

Agregó, que el paso siguiente es tener la posesión jurídica de las tierras que ocupa el club, y para eso ya se hicieron gestiones ante el Concejo Deliberante.

Eso les permitiría gestionar el servicio ante Edes y ABSA, ya que en este momento también se carece del servicio de agua potable, lo que impide continuar con la campaña de forestación iniciada , que permitió implantar unas 30 especies.

"Una gestión municipal ayudaría mucho para que nos coloquen una luminaria y contar con el servicio de agua potable", manifestó Juan.

En tren de ponerle números a las necesidades básicas, el dirigente señaló que habría que pensar en unos 25.000 pesos, sólo para redes e indumentaria, y no menos de 5.000 pesos mensuales para cubrir los servicios de agua y energía eléctrica, que permitirían proyectar el crecimiento.

Un bastión en el sur

Con una trayectoria de 15 años emparentados con la vida del club Defensores del Sur, Juan Carlos Núñez es el secretario de la comisión directiva que asumió hace unos 18 meses mediante una asamblea de socios, y que lidera Jorge Iturbide.

En Cabral 3278, de Ingeniero White se respira otro aire en este tiempo. Atrás quedó un club acéfalo de autoridades y muchos años de estancamiento, que desnaturalizaron la función social de la entidad que hoy persiguen sus nuevas autoridades.

El club ya tiene su personería jurídica y a puesto al día sus balances, según relató Núñez. Sólo le resta recibir desde La Plata los libros foliados para asentar las actuaciones de cada asamblea.

Fueron pasos indispensables para refundar el club y empezar a crecer, en medio de una comunidad que valora estas acciones.

Entre las instalaciones del club se cuentan una cancha de fútbol 5 techada y con tribunas, un espléndido salón para actividades sociales, y un fogón, con todos los accesorios. Todos se alquilan y proporcionan un ingreso para solventar los gastos, entre los que se incluye los servicios de electricidad y agua potable.

"La nueva comisión directiva concretó la construcción del fogón, de unos 180 metros cuadrados, se equipó el salón con aire acondicionado, y TV y el fogón con distintos accesorios de cocina" mencionó Juan Carlos Núñez.

La institución cuenta actualmente con unos 120 socios activos que pagan una cuota de 150 pesos por semestre, y que reciben algunos beneficios en el alquiler del local y en el expendio de bebidas.

"Nos mantenemos con los ingresos del alquiler de la cancha de fútbol 5, que se cobran unos 300 pesos por turno de una hora, y del salón de fiestas", precisó Núñez.

Confió que las finanzas diarias demandan unos 20 mil pesos por semana, para la compra de bebidas, más los gastos circunstanciales.

A la hora de ponerse el club al hombro, son siempre escasos los voluntarios. Alcanza con menos de los dedos de una mano, dice Juan Carlos, quien como Jorge Iturbide, se hallan jubilados y dedican la mayor parte de su tiempo a atender las demandas del club.

El objetivo de la comisión en ejercicio es instalar a Defensores como un club con inserción social, para "acercarlo a la gente, ampliar las actividades deportivas" y convertirlo en epicentro de las familias.

El amor a lo propio

Pablo Dalgalarrondo está relacionado con el el Club El Puma desde hace 30 años, cuando tenía diez y vivía muy cerca de la sede de Berutti 1686.

Sostuvo que tres veces por semana hay que entrenar en la cancha de bochas -el club milita en Primera-, asistir en la apertura del salón que se cede gratuitamente a la Escuela Media 2, y mantener las instalaciones.

Unas 15 personas forman el "círculo rojo" de la institución, son los que siempre buscan algo que hacer, y restan horas a sus quehaceres para dedicarlos al club..

La Institución no tiene deudas, según Pablo, y mantiene su personería jurídica, pero debe poner al día sus balances, si se pretende buscar algún tipo de ayuda oficial.

Con unos 2.500 pesos por mes "el club puede cubrir los gastos mínimos de funcionamiento". Los procura con el alquiler de su cantina, un asado comunitario mensual, y algún encuentro familiar .

"Este fue siempre un club y no un boliche, mote que se han ido ganando con razón algunas entidades, al desnaturalizarse su función por la ausencia de dirigentes", dice Pablo. Y eso ha sido su certificado de defunción.

El club mantiene un litigio por la posesión de un terreno contiguo, hacia donde podría crecer, pero que fue usurpado por personas que abusaron de la confianza de sus autoridades. Tampoco recibe ayuda desde el Municipio.

Probando chicos

Si te parece bien hablamos a las 18, porque "somos dos probando chicos" dijo el lunes Carolina Coronel, cuando intentamos contactarla para conocer el presente del Club Social y Deportivo Villa Miramar.

El club fue creado en 2001 y aún tiene su personería jurídica en trámite. Permaneció cerrado entre 2009 y 2012, y renovó recientemente su comisión directiva, de la que se apartó voluntariamente Carolina.

La entidad está enclavada en una barriada con múltiples carencias, en Charcas al 2000, donde apenas tiene un terreno para la práctica del fútbol y un vestuario cerrado.

"Si vos trabajás por y para los pibes, no lucras con ellos o desviás lo que otras instituciones te ceden", manifestó Carolina, dando cuenta de las diferencias que creó la mala política partidaria dentro del club.

Sostuvo que personalmente realizó las gestiones para obtener los servicios de agua y energía eléctrica con subsidios, aunque no sabe de definiciones.

Destacó además, la colaboración desinteresada del Club Bella Vista, liderado por Roberto Achares, por su compromiso con los chicos de Miramar.