Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Todo es servicio boutique en Villa La Angostura

Si usted va en busca de mucho ruido, un gran movimiento y grandes negocios aquí no los encontrará.
Todo es servicio boutique en Villa La Angostura. Domingo. La Nueva. Bahía Blanca

Por Gustavo Espeche Ortiz / Enviado especial

Todo es "boutique" se denomina, desde hace unos años, al trato personalizado con el cliente en busca de la excelencia, algo que se convirtió en un virtual sello de identidad de ese centro turístico de la cordillera neuquina.

Tanto en su principal atractivo invernal, el centro de esquí Cerro Bayo, como en otros servicios y prestaciones de todo el año, el turista se encuentra, habitualmente, cara a cara con el responsable final del bien contratado.

En La Angostura es habitual que el dueño del hotel sea quien registre los ingresos, que la combi que traslada a un grupo la conduzca el titular de la empresa o que quien alcance un condimento o la carta sea el propietario del restaurante y, tal vez, un reconocido cheff.

Por ejemplo, hay quienes se sorprenden al enterarse que el hombre de sonrisa amable que se acercó a la mesa a saludar y confirmar que está "todo bien" en un ya tradicional restaurante francés es Martín Zorreguieta, el hermano de Máxima, reina de Holanda (aunque siempre mantiene un bajo perfil en este aspecto).

"¿Hace mucho que trabaja en Avila?", preguntó un turista al chofer de un bus en la empresa de traslados turísticos del mismo nombre, quien se había presentado solo como Fernando. Y éste, cordialmente respondió "Yo soy Avila".

En La Angostura no hay shoppings, casinos ni grandes hoteles de congresos y convenciones, sino hoteles boutique con un número limitado de habitaciones de alto confort, con cocina gourmet y un diseño integrado al entorno natural.

La noche no es el fuerte de la villa. Sólo algunos restaurante con suave música y ciertos números en vivo, en los que el show depende del ánimo del turista, además de cervecerías que extienden la actividad hasta la madrugada, aunque quien quiere" romper la noche" deberá recorrer los 90 kilómetros que separan de San Carlos de Bariloche.

Tampoco el centro comercial en la avenida Arrayanes es uno de los que concentran un torrente de turistas en continuo hormigueo, sino grupos de apacibles paseos de compras de chocolates, dulces, indumentaria o renta de equipos para nieve, además de locales gastronómicos. La mayoría de los hoteles y propuestas turísticas están fuera del casco céntrico, lo que ofrece al turista la tranquilidad de la aldea de montaña combinada con actividades en el cerro.