Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Todo lo que se puede con la equinoterapia

Vínculos. La entidad, creada en 2001, mejora la calidad de vida de niños, adolescentes y adultos con necesidades especiales. Su creadora, María Emilia Bianco, impulsó la actividad en Bahía.
Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Anahí González / agonzalez@lanueva.com

Para Nazareno, estar con caballos es una fiesta. El brillo en sus ojos y su enorme sonrisa cuando está con “Fidel”, “Garzia”, “La Nena” o “Rubia”, condensan todo aquello que técnicamente se denomina “beneficios de la equinoterapia”, y más.

En sus visitas semanales a la Fundación Huellas, a lo largo de tres años, este chico con síndrome de Down ha logrado avanzar en cuestiones vinculadas al lenguaje, autonomía, equilibrio y seguridad sobre el animal. Además reconoce a cada uno de ellos por su nombre sin jamás confundirlos. ¡Y hasta se acuerda de los que ya se “jubilaron”!

Todo esto --también alimentarlos, olerlos, imitar sus sonidos y hasta extrañarlos-- forma parte de un vínculo que construyó con voluntad y entusiasmo, y con la guía de su terapeuta.

Basta ver la interacción entre los tres para percibir la mágica consecuencia de la equinoterapia.

Como él, son muchos los chicos, adolescentes y también adultos que con el apoyo de sus familias han encontrado en esta alternativa un puente para mejorar sus vidas, y en la Fundación Huellas, un espacio donde practicarla.

La entidad, creada en 2001, con el impulso de María Emilia Bianco (promotora de la disciplina desde hace 15 años, primero a través de Equinoterapia Bahía Blanca), es la única en su tipo en la ciudad y recibe por año entre 30 y 35 practicantes, algunos de ellos becados, quienes afrontan discapacidad motriz, sensorial, intelectual y trastornos de la personalidad, entre otras dificultades.

¿Cuáles son los aportes?

La equinoterapia es una disciplina integral y complementaria, basada en el vínculo y la interacción entre el caballo, el practicante y el terapeuta o profesor. Abarca la integración de cinco áreas fundamentales: medicina, psicología, pedagogía, deporte y recreación. Ofrece amplios beneficios en las áreas de psicológica, psicomotriz, sensoperceptiva, emocional, social y deportiva.

El caballo pone a servicio de los practicantes tres características: transmisión de su calor corporal, de impulsos rítmicos y un patrón de locomoción equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana.

Buenos motivos

“Muchos chicos se levantan de la cama solo para venir a montar”, cuenta María Emilia Bianco, quien además de capacitarse incesantemente en la disciplina tanto en el país como en el exterior --hizo cursos en Italia-- es profesora de Educación Especial y Neuroasistente.

Indica que algunos chicos llegan con temores y que otros se “enganchan” enseguida y que ese encuentro siempre genera una reacción (alegría, curiosidad, bienestar o malestar), no pasa desapercibido. Lo más importante es que estén dispuestos a trabajar en la creación de un lazo con el caballo y con el terapeuta, que les permita evolucionar hacia los objetivos propuestos por los profesionales que evalúan sus progresos, pero como en un juego, sin perder de vista el disfrute.

“Buscamos que vivan el contacto con el caballo como algo recreativo, lúdico y placentero; y que no encasillen la clase como una terapia más dentro de las tantas que la mayoría de ellos debe recibir”, explica.

María Emilia dice que intuitivamente se acercó a esta actividad.

“Trabajaba en un voluntariado con chicos especiales cuando se me ocurrió invitarlos a visitar unos caballos. Ahí me di cuenta de que algo más pasaba. El vínculo que se generaba entre nosotros iba mucho más allá de la propuesta de la visita. Yo me relacionaba mejor con los chicos con la excusa del caballo y ellos hasta lloraban de ganas de montar”, recuerda.

Luego de esos encuentros escribió en el buscador de la web: “Caballos + discapacidad”. Y en las ventanas que fue abriendo apareció lo mismo: equinoterapia.

En adelante, esas ventanas le permitieron abrirse y abrir muchas puertas. O, mejor dicho, tranqueras.

¿Cómo son las clases?

Desde que empieza la clase, cada uno con sus posibilidades y con el acompañamiento de un terapeuta o profesor, debe cepillar al animal, ponerle la montura y tener un primer contacto con él: mirarlo, percibirlo, sentir su respiración, olerlo, imitar sus sonidos, acariciarlo, tocar diferentes partes de su cuerpo y compararlas con las del suyo.

Este intercambio inicial es fundamental para el desarrollo placentero del resto de la clase.

Durante la monta cada uno hace lo que está a su alcance.

A medida que avanzan las clases se incorporan desafíos y elementos tales como pelotas, broches, imanes o pistas para atravesar obstáculos. Al finalizar, cada uno le da una zanahoria como premio a su caballo.

Las clases --de martes a viernes, de mañana y tarde-- se llevan a cabo gracias a la colaboración de “La Nena”, “Garzia”, “Rubia” y “Fidel”, caballos muy especiales a los que muy pronto se sumará “Cascarita” (entre los “jubilados” aparece “Ventanita”, hoy en el campo).

“Si veo que un caballo no se adapta a la actividad, no continúo. Priorizo su bienestar y la seguridad de los practicantes”, comenta la presidenta de Huellas.

La entidad --que no recibe subsidios estatales-- funciona en un predio del Parque Independencia que pertenece al Club Hípico Tiro Federal, el primero que abrió sus puertas al proyecto y encargado del cuidado de los caballos.

Recientemente la Municipalidad ha cedido, en comodato, un espacio apto para la construcción de pistas, corrales y un circular adecuados al desarrollo de la actividad. La idea, a largo plazo, es presentar una iniciativa a la comuna para poder contar con baños adaptados y un salón de usos múltiples donde los chicos puedan realizar sus terapias inmediatamente después de montar, que es cuando se encuentran mejor predispuestos. Para ello se solicitarán aportes a las empresas y a la comunidad.

Entre los practicantes hay un 30% de becados. En procura de fondos para aumentar este cupo, la entidad dicta cursos de formación. El próximo será en septiembre y ya está abierta la inscripción en el Facebook Fundación Huellas Equinoterapia Bahía Blanca.

Para mayor información también se puede visitar www.fundacionhuellas.com.ar.