Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Cuando ser linda, duele

Cuando ser linda, duele. Domingo. La Nueva. Bahía Blanca

Por Anahí González / agonzalez@lanueva.com

Naira Ayelén Cofreces, de 17 años, agonizó durante tres días en un hospital de Junín, antes de morir, tras la feroz golpiza que recibió por parte de tres mujeres a la salida de la escuela, una de las cuales tenía 16 años.

La agresión estaba dirigida también a dos amigas de Naira que lograron escapar.

El hecho ocurrió en abril y se habló de que los golpes podrían haber sido dirigidos a ellas porque "se hacían las lindas".

En nuestra ciudad, el mes pasado, la mamá de Natalia, una adolescente de 15 años denunció que compañeras de la Escuela Secundaria Básica Nº 334 de Villa Harding Green le pegaron a la salida “por ser linda o porque va bien vestida”.

"Tengo miedo. Mirá cómo me dejaron la cara”, dijo la chica, entonces, mientras mostraba ante las cámaras las marcas de la brutal golpiza.

¿Hasta cuándo? ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

La psicóloga Catalina Otero, de Ciudades Sin Bullying, aporta algunas claves para abordar este alarmante fenómeno.

--¿Con que características particulares se presenta el bullying en el caso de las niñas o jóvenes en las escuelas?

--El bullying en la escuela, o en tantos de los otros escenarios en los que se sucede, se puede presentar de diversas formas: hostigamiento, amenazas, exclusión, manipulación, entre otras. Partiendo de la experiencia y del trabajo realizado con adolescentes en el ámbito escolar, se puede observar que la utilización de sobrenombres y apodos es la forma más frecuente, ya que se intenta, a partir de éstos, poner en ridículo, menospreciar o burlarse de la persona a la cual se intenta agredir. Asimismo, la exclusión social, conocida como “ninguneo” o “vos no…” es otra de las formas con mayor preponderancia, ya que la persona agredida es ignorada, aislada, excluida de actividades, cumpleaños, juegos.

--Nos enteramos, por los medios, de muchos casos de chicas golpeadas o amenazadas por sus compañeras “por lindas”. ¿A qué responde este fenómeno?

--Partiendo de que la utilización de sobrenombres y apodos es una de las formas más frecuentes de violencia entre pares, sin duda las características físicas son una de las causas principales de esta forma de violencia. “Le pegaron porque es linda” es una de las frases más escuchadas cuando ocurren episodios violentos entre mujeres, y es allí donde entran en juego y se conjugan la rivalidad y la belleza. En relación a esto, otro de los motivos por los cuales las chicas son agredidas es por su forma de vestirse o el tipo de ropa que usan. “Me pegaron porque me visto bien”, haciendo alusión aquí al estatus social y al “modelo” que se propone desde lo social y cultural.

--¿Por qué se toma a alguien de punto?

--Para intentar comprender el por qué una persona se convierte en blanco de bullying debemos pensar en la relación existente entre la víctima y el victimario, en la cual se puede observar que existe un desequilibrio de poder. Esta relación se caracteriza por ser asimétrica y desigual, tanto en el poder como en la capacidad de respuesta, ya que la víctima se percibe mas débil y sin facultades para preservarse y defenderse de los ataques del agresor. Aquí los testigos o espectadores tienen un rol fundamental, ya que consentir, alentar o callar, ayuda a que emerja y se perpetúe la violencia entre pares.

--¿Qué impacto tiene la publicidad y la sociedad de consumo en los casos de bullying?

--Los medios de comunicación, la publicidad y la sociedad de estos tiempos tienen gran incidencia en los adolescentes, ya que proponen estereotipos físicos específicos que funcionan de parámetro para nuestros jóvenes. En el afán de alcanzar estos modelos se cae en la superficialidad, en la competencia y rivalidad, cuyas consecuencias son una de las principales causas de maltrato entre pares. El consumo de este “ideal” sitúa los valores y la buena convivencia en un segundo plano.

--¿Es nuevo el bullying entre mujeres?

--Podemos pensar que el maltrato entre mujeres no emerge en los últimos tiempos, sino que data de años anteriores. Se observa que a partir del año 2008 se han ido incrementando los episodios y sus consecuencias y secuelas han sido aún mayores, dejando como saldo a las adolescentes deformadas por los golpes recibidos y, como ocurrió en Junín, con la muerte de la víctima.

--¿Qué debe hacer el directivo de una escuela si ve que un grupo de chicas “molesta”, “agrede” o “amenaza” a una compañera?

--Es primordial que los directivos y los docentes no minimicen la situación, que no piensen que esto “es un juego de chicos”, porque las consecuencias físicas y psicológicas para todos los actores involucrados pueden ser devastadoras. Es importante que los adultos puedan habilitar la palabra, el diálogo, porque es la palabra lo que permite que se construya el lugar desde el cual los jóvenes y adolescentes se van a poder sostener.

--¿Las chicas que operan como victimarias, son también víctimas de este sistema?

--Diversos estudios que se han realizado demuestran que la víctima, el testigo o espectador y el victimario sufren consecuencias. A partir de esto se puede pensar que los agresores se convierten en víctimas por las consecuencias que sufren al hostigar, intimidar, amenazar a un par. Dentro de estas consecuencias se puede observar que este tipo de conductas se naturalizan como forma de alcanzar sus objetivos, se extienden en su vida adulta, tanto en el ámbito familiar como en el ámbito laboral, así como también dificultades para relacionarse con los otros.

--¿De qué modo se debe abordar esta problemática para que no se repitan estas situaciones de violencia?

--Estamos convencidos que la forma de abordar esta problemática es a través de las redes, que se generen puentes entre todos los sistemas que están interrelacionados: la familia, la escuela, la comunidad. Estamos convencidos desde nuestra ONG Ciudades Sin Bullying que a cada uno de estos actores intervinientes le corresponden diversas funciones y roles, es fundamental que cada una de ellas pueda asumir su responsabilidad.

--¿Hay estadísticas de bullying en el país y en la provincia?

--A partir del relevamiento que hemos realizado desde la ONG Ciudades Sin Bullying, en base a los casos de violencia de mujeres publicados en los medios de comunicación, podemos observar que son tres casos los que se identifican en el año 2008, aumentan más de un 150 por ciento en 2013, y comparando hasta agosto de este año los casos denunciados subieron un 100 por ciento, destacando que hubo una víctima fatal en Junín. Es un fenómeno que va en aumento. Desde nuestra ONG estamos trabajando en estudios cualitativos, puesto que más allá de la cifra, ese tipo de investigación nos permite diseñar estrategias de intervención más adecuadas para cada escenario. A veces se publican datos de otros organismos civiles pero desconocemos el trabajo técnico para asegurar la rigurosidad de la cifra.

--¿El bullying se da más en el caso de los varones o se da en ambos casos por igual?

--No hay estadísticas certeras que nos permitan asegurar que se da en ambos casos por igual, pero sí sostenemos que no es una cuestión de género. La violencia entre pares no es excluyente, la sufren tanto los varones como las mujeres, al igual que sus consecuencias y secuelas.

--¿Cómo acompañar, desde la familia, a una chica que es víctima de bullying? ¿Conviene reinsertarla en la escuela en la que la agredieron o es preferible que cambie de institución?

--La familia tiene un rol esencial, ya que junto con la escuela, son los agentes de socialización por excelencia. Es importante que los padres puedan establecer un buen vínculo con sus hijos, que puedan ocupar su rol y hacerse cargo, ser padres y no amigos, y así asegurar la contención. Lo que se propone es agotar todas las instancias para resolver esta problemática, que la familia pueda recurrir a la escuela en busca de apoyo para crear o recrear estrategias, prevaleciendo el bienestar de la alumna. Es un trabajo en conjunto, cada cual debe ocuparse desde su lugar, según los recursos con los que cuente.

--¿Está preparada la sociedad para enfrentarse a esta problemática? ¿Qué herramientas le faltan?

Los actores que forman parte de la sociedad han ido tomando conciencia de la importancia de este fenómeno que es considerado como “la epidemia del siglo XXI”. Para poder modificar o cambiar es necesario visualizarlo y saber que esta problemática se encuentra en muchos de los escenarios en los que nuestros niños, jóvenes y adolescentes se encuentran involucrados. Las herramientas están ahí, debemos utilizarlas para construir una sociedad de buenos tratos, en la que prevalezca, ante todo, el respeto por el otro.