Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Apostar al futuro y pensar en presente

Hoy es el día para que dirigencia política dispute la “semifinal” PASO, previa a los comicios legislativos de octubre. Detrás de escena se advierte no sólo un segmento del electorado bonaerense con su voto duro fidelizado, sino también un importante sector de la ciudadanía indiferente por lo electoral. Básicamente, porque está más preocupada por temas de la vida cotidiana provincial, como precios, desocupación e inseguridad.

La sede gubernamental de La Plata bailó al compás de la coyuntura proselitista, con un oficialismo que volvió a tener como protagonista excluyente a la gobernadora María Eugenia Vidal, pese a que no es candidata. No es casual. El gobierno nacional necesita ganar en la Provincia donde entre las papeletas opositoras aparece Cristina Fernández de Kirchner, su principal contrincante política.

Hace varias semanas que la gobernación literalmente bajó las persianas de la gestión para sumergirse a la campaña. El oficialismo apostó casi todo a darle visibilidad a Vidal por su elevado índice de imagen positiva. Se supone que tanto el Ejecutivo como el Legislativo retomaran sus actividades el día después de las urnas, sea el resultado que sea.

La gobernadora viene de recorrer miles de kilómetros acompañando candidatos locales para poner el acento en los anuncios de obra pública, además de recorrer los programas más mediáticos de la TV y de “saturar” las redes sociales. La lectura es simple: Vidal (al igual que el presidente Mauricio Macri) se juega mucho en estas primarias y por una cuestión estratégica se puso en el centro del ring para pelear voto a voto con CFK.

“Es una gran oportunidad porque hay una gobernadora que no tiene compromiso con viejas estructuras”, afirmó el vicegobernador Daniel Salvador, casi al mismo tiempo que Macri aseguró que la mandataria "está poniendo en vereda a todos los machos de la Provincia".

Vidal, en tanto, compartirá hoy un desayuno con el periodismo junto a los primeros candidatos de Cambiemos en un bar de Haedo y de ahí irá a votar a Castelar. Después esperará el escrutinio provisorio con funcionarios nacionales y bonaerenses en un coqueto búnker porteño del Pro.

En las diagonales, por su parte, a la actividad proselitista le faltó color y entusiasmo. Puede que haya sido una campaña tranquila porque los platenses están preocupados por asuntos coyunturales, y la campaña hasta ahora apenas sobrevoló la agenda económica y social de la Provincia.

En este contexto el oficialismo ya delineó su propio relato ante la posibilidad de que el resultado sea adverso. Es que Cambiemos es la fuerza que menos escaños arriesga en los comicios, lo que la convierte en la que tiene más chances de crecer en la Legislatura. La mayoría, tanto de diputados como de senadores, tiene banca asegurada hasta 2019 y las únicas que se pondrán en juego son las de los radicales.

Estas elecciones pueden ser un virtual sistema de “premio o castigo”. Por eso la gobernadora suplicó "un voto de confianza” haciendo un juego de contrastes entre su gestión y la del kirchnerismo y pidió no volver “al pasado” en las urnas. Unidad Ciudadana apuntó a su vez al voto de “quienes recuerdan que vivían mejor antes de Macri”.

Ante la compleja situación económica, el gobierno colocó el eje en “las mafias en la corrupción, el narcotráfico y la policía corrupta”, en una clara intentona por polarizar los comicios con CFK, y buscando dejando afuera de la disputa al frente 1País de Massa y Stolbizer, así como al espacio pejotista de Florencio Randazo.

Pero, en definitiva, la pelea de fondo será en octubre, cuando virtualmente todas las fuerzas den por iniciada la carrera presidencial hacia 2019.