Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Porfía salarial tapa una crisis estructural

“El problema se agrava porque desde ambos lados (Gobierno y dirigentes sindicales) están realizando una campaña de polarización, moviéndose cada uno por necesidades electorales, en lugar de discutir rigurosamente un salario. Es dudoso que alguien quiera sinceramente levantar el paro”, señalaban dentro de la Legislatura bonaerense, hilvanando un duro diagnóstico sobre la pulseada entre la administración de María Eugenia Vidal y el gremialismo docente.

Ese razonamiento va en sintonía con la peligrosa estrategia de confrontación impulsada desde la Casa Rosada, y que varios integrantes del gabinete ministerial de la Provincia en las últimas semanas apuntó a vincular a parte de la dirigencia gremial docente con la militancia kirchnerista. Insólitamente dejaron al jefe sindical de Suteba, Roberto Baradel, en el umbral de convertirse en “líder de la oposición”.

La decisión de los trabajadores de la educación de defender sus salarios ante la pérdida de poder adquisitivo del sector, impulsó la unidad de buena parte del arco sindical nacional organizando una huelga que abarca un amplio abanico de agentes estatales.

Conclusión: la pulseada dejará, como mínimo un par de días, a más de 4 millones y medio de alumnos sin clases en escuelas públicas por la discusión salarial.

En positivo, Vidal reconoció que los docentes “merecen ganar mejor” pero ató esa decisión política a un esfuerzo presupuestario que la Provincia pueda cumplir.

“Nadie desconoce que el salario docente es insuficiente, pero necesitamos que se entienda que es el momento de hacer un esfuerzo”, aconsejaron diputados de Cambiemos. Una jugada de “último recurso” e intentó también poner a la comunidad educativa contra los sindicalistas docentes por el no inicio del ciclo lectivo.

A la campaña de desprestigio sobre el accionar sindical docente, de algún modo orquestada en laboratorios gubernamentales, se sumó la decisión de reclutar “voluntarios” para que vayan a ocupar el ausentismo en las aulas, en carácter de “colaboradores gratuitos”, lo que se conoce rústicamente como “rompehuelgas”.

Hasta legisladores bonaerenses de Cambiemos anunciaron que se sumarán al voluntariado “Mi Parte por la Educación”, que dará apoyo escolar por fuera de las escuelas. “Muchos de los que ahora critican no hicieron nada cuando las escuelas se caían a pedazos y los docentes ganaban poco”, tiró el jefe del bloque de Senadores, Roberto Costa.

La politización de la pulseada salarial docente llegó a tal extremo que no pocos referentes legislativos salieron a pedirle a los gremios y a todas las fuerzas políticas no hacer de esto “una lucha entre sectores”.

“Insisten en hacer kirchnerismo cheto: el que no coincide con sus ideas, es destituyente”, afirma el senador massista Sebastián Galmarini. “El problema del presidente Mauricio Macri no debería ser Baradel o los dirigentes gremiales, sino que los chicos estén en las aulas. Es curioso que el gobierno del cambio elija enfrentarse a los docentes”, afirmó el legislador y cuñado de Sergio Massa.

En medio de la paritaria docente, Cambiemos eligió un lujoso castillo en Lobos para una reunión partidaria con fuerte contenido electoral. “Este año se define si volvemos al pasado o la ratificación del cambio para seguir transformando la Provincia”, convinieron. Sobre esas cuestiones ministros y legisladores oficialistas compartieron una “jornada de trabajo” en un espacio de “tranquilidad”.

Con el vice radical Daniel Salvador al frente de la “mesa política”, los ministros Hernán Lacunza y Roberto Gigante delinearon tácticas sobre los siempre complicados números económicos y la proyección de obras públicas en la antesala a las legislativas de octubre, escenario donde la mandamás ya confirmó que se pondrá al frente de la campaña oficialista.

Asistimos a una coyuntura política donde se alimenta la división y la grieta. Después del discurso “confiable” que forjó Vidal en la apertura de un nuevo período parlamentario, el bloque de senadores del peronismo opositor claramente tildó de “poco institucional” haber usado el recinto de sesiones de la Legislatura “con fines y discurso de campaña electoral”.

En rigor, la gobernadora anunció que va a ir a buscar el voto de los bonaerenses y pidió apoyo, algo absolutamente impropio para un ámbito institucional. “Se fue del andarivel", coincidían legisladores peronistas y referentes parlamentarios de Margarita Stolbizer.

En mesas gastronómicas platenses se habla sobre la manera en que se moverá Vidal para completar la vacante ministerial en el relevante sillón de la Suprema Corte de Justicia después de la jubilación de Juan Carlos Hitters. El exministro de Justicia, Carlos Mahíques, suena con relativa fuerza. Al parecer cuando se fue de La Plata para ser reemplazado por el exdesrnavaista Gustavo Ferrari se llevó esa promesa de calle 6.

El radicalismo, como principal aliado del Pro en el frente Cambiemos también tendría algún nombre en carpeta. Por ejemplo, el abogado platense Carlos Irisarri. Pero, la silla vacía no deja de ser una tentación. Hay quienes promueven a la senadora nacional María Laura Leguizamón, también abogada platense con larga carrera parlamentaria como representante peronista (fue duhaldista y ultracristinista). Dicen que tiene chances por un anterior vínculo laboral con el jefe del Gabinete vidalista, Federico Salvai.