Candidatos esperando las urnas

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

“Nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, dicen puliendo no pocas encuestas sobre intención de voto que circulan por despachos oficiales platenses en vigilia primaveral hasta el cuarto domingo de este mes.

En lo que respecta a la provincia de Buenos Aires no será un “trámite” en términos electorales, pero el candidato a gobernador Aníbal Fernández se estaría abrazando al sillón gubernamental gracias al efecto arrastre de la boleta presidencial del Frente para la Victoria y, de modo más marcado, en distritos del Conurbano.

Los amarillos macristas junto a sus aliados radicales en Cambiemos estarían logrando una clara superioridad en “grandes centros urbanos” del interior. Se sabe, los postulantes de la UCR van a poner el esfuerzo en retener sus municipios. Como dato extra, la aspirante a gobernadora María Eugenia Vidal sube más en el ranking que el propio Mauricio Macri. “Mariu sintetiza el hartazgo social que tienen los bonaerenses con referentes de la `vieja política´”, afirman en el Pro.

El Frente Renovador, a su vez, no solo viene reflejando un crecimiento de ese heterogéneo espacio partidario, sino que además refuta aquella idea de polarización que se quiso instalar entre el FpV y Cambiemos.

La lectura numérica depende de uno u otro, resumen portavoces sciolistas, subiendo la escalera imperial del hall principal de la Gobernación.

Justamente, en mapa bonaerense, Macri apela a la buena imagen de Vidal y pone a disposición también sus equipos técnicos, además de Emilio Monzó, uno de los principales promotores del voto amarillo.

Horas atrás, Vidal participó de una cena para recaudar fondos para la campaña junto a empresarios y dirigentes radicales que apoyan la candidatura a intendente platense de Julio Garro.

“Somos la única alternativa a quienes hoy gobiernan”, insiste Vidal, casi igual que días atrás cuando dijo que el 25 de este mes los bonaerenses debían elegir, entre otras cosas, quién se va a hacer cargo de la Gobernación: “Aníbal Fernández o yo”, lanzó la vicejefa de gobierno porteña como proclama en una suerte de ultimátum al votante, comparando la gestión Macri con los déficit que presenta la administración Scioli.

El FR apunta a restarle electorado a Cambiemos a partir del trajinar de Felipe Solá. Según el massismo, “la disyuntiva es si los bonaerenses quieren un cambio serio con trayectoria o un interrogante”, en obvia alusión a Vidal, a quien le imputan “vender títulos mediáticos” cuando plantea propuestas “light” en materia de seguridad, educación o infraestructura.

Desde el atril macrista salieron a instalar la idea que Massa, por la posición que está adoptando junto a sus “incondicionales”, está siendo “funcional” a los intereses de Scioli y el FpV.

Estrategas oficialistas esperan con los brazos abiertos a “todos aquellos peronistas” que circunstancialmente se fueron a “jugar” con los renovadores del tigrense. De hecho, no pocos dirigentes del massismo profundizan vínculos con armadores “anaranjados” después de firmar sus desvinculaciones con el FR. Pero desde el entorno sciolista entienden que Massa es un “dirigente opositor con una mirada muy crítica sobre el proyecto del FpV”.

“Macri y Massa no tienen propuestas para el país ni para la provincia; su única receta es volver al pasado y la disfrazan con marketing y campañas mediáticas”, aporta el compañero de fórmula de Aníbal F. para la Gobernación, Martín Sabbatella, de paseo por las diagonales junto al alcalde platense que busca la reelección, Pablo Bruera, y a la decana de la Facultad de Periodismo, la dirigente ultra K Florencia Saintout.