Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Ausencia de “Fair Play”

A ocho semanas de la decisiva elección del 25 de octubre, referentes peronistas y kirchneristas iniciaron un proceso de “evaluación de daños” de la candidatura presidencial del actual gobernador Daniel Scioli, primero por las inundaciones en ámbito bonaerense y después por el “efecto Tucumán”. Esa inquietud sobrevuela las usinas de campaña del oficialismo PJ como columna vertebral del Frente para la Victoria.

Últimamente un Scioli audaz “cristinizó” su moderado lenguaje discursivo, buscando llegar a los sectores tradicionalmente más peronistas. Por ejemplo, esta semana, cuando condenó la violencia en la plaza tucumana, admitiendo el término "represión" pero, al mismo tiempo, culpando a la oposición (específicamente a su principal competidor, Mauricio Macri) de arengar los incidentes en esa provincia y potenciar conflictos cuando “el electorado les da la espalda en las urnas”.

Juntos o por separado, Scioli y el jefe de Gabinete nacional y postulante a su sucesión en la Gobernación, Aníbal Fernández, pusieron en marcha una estrategia de contención para quienes parecen haberse convertido en los protagonistas de todas las tácticas de campaña: los intendentes.

El operativo busca “ofrecer futuro” a los alcaldes peronistas que cayeron en “zona de fin de ciclo” tras las Primarias de agosto y, en paralelo, “fidelizar” el voto que cosechó el FpV.

La idea es comprometer una fuerte presencia de gestión gubernamental y del propio Scioli en todos aquellos distritos donde el oficialismo tenga chances de crecer electoralmente. Un trío de intendentes de la Sexta cantó “presente” a la reunión en oficinas porteñas del Bapro: Hugo Corvatta (Saavedra), Ricardo Curetti (Patagones) y Patricia Cobello (Villarino).

No pocas espadas del FpV que ahora militan en el armado “anibalista” plantean un pedido de unidad de todos los sectores para “retener administraciones municipales” frente al avance electoral de Cambiemos y la ambición de aquellos peronistas que, desencantados con el universo K, ahora se alinearon en el Frente Renovador de Sergio Massa.

La candidata macrista a la Gobernación, María Eugenia Vidal, prepara una nueva excursión por la geografía bonaerense en la que no sólo profundizará su discurso crítico hacia la administración Scioli, sino también contra las gestiones del peronismo de los últimos 25 años en la Provincia. No es casual: en esa bolsa de cuestionamientos casi todos con idéntico guión también caerá el otro competidor, el massista Felipe Solá.

Mientras la Gobernación atiende las dificultades de coyuntura, la Legislatura va dejando atrás el bostezo contagioso y ligeramente retoma la práctica de sesionar en medio de la campaña. El arco opositor preparó una suerte de catarsis colectiva instalando en los recintos el debate de un combo de proyectos sobre las inundaciones. En rigor, la discusión sobre el fenómeno climático y su impacto en la Provincia puede abrirle a la oposición la puerta para cuestionar los niveles de inversión en obras hidráulicas.

Proponiendo un compromiso que pone al debate público por encima de cualquier táctica electoral, el espacio legislativo de Cambiemos y los renovadores massistas alcanzaron una “feliz coincidencia”. La senadora bahiense Nidia Moirano insistió en la importancia de que haya obligatoriamente debates entre los candidatos a ocupar el sillón de Dardo Rocha. También el diputado del FR Jorge Sarghini exhortó a los postulantes a exponer sus diagnósticos y propuestas frente a los temas que interesan a los votantes.