Bahía Blanca | Lunes, 18 de marzo

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Fino equilibrio y afinidades

La agenda política lentamente introduce en el “freezer” la dinámica gubernamental y legislativa en la provincia, más allá de cualquier simulación oral como método para acercarse a la problemática realidad cotidiana.

Las tendencias electorales lideran los debates en la antesala a las urnas para las primarias de agosto.

La irrupción de encuestas como catálogo sobre intención de voto son un clásico en todo el ámbito bonaerense. Algún sondeo estaría marcando cierta preponderancia del Frente para la Victoria por encima del resto de las fuerzas políticas en competencia por la Gobernación.

Los números ubican en primer lugar al FpV con un 40%. Detrás aparece el Frente Cambiemos que impulsa a la dirigente macrista María Eugenia Vidal como candidata a gobernadora con un 15% y atrás el Frente Renovador massista, con Felipe Solá como postulante, en un 10%.

Puntualmente, a poco más de un mes para las PASO como “semifinal” de los comicios de octubre, el quilmeño precandidato a gobernador, Aníbal Fernández, tiene mayor nivel de instalación pública que su competidor interno, Julián Domínguez, y lo estaría superando en la intención de voto.

El candidato presidencial único y todavía gobernador, Daniel Scioli, mantiene un delicado equilibrio en la contienda doméstica por su sucesión en la provincia. En calle 6 no hay demasiada afinidad con Domínguez pero tampoco con los dirigentes de Nuevo Encuentro, el espacio de Martín Sabatella –el compañero de fórmula que eligió la Rosada para acompañar a Fernández– quienes fueron y son muy críticos de la política de seguridad implementada por la administración sciolista.

Un resultado favorable del oficialismo en la provincia puede actuar como germen para un triunfo electoral de Scioli a nivel presidencial, todavía dentro de un contexto netamente polarizado con el líder del Pro, Mauricio Macri.

Para amenizar el microclima naranja se dice que los mejores posicionados para un potencial gabinete de Scioli, en el caso de ganar las elecciones, aparecen como confirmados, el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y el secretario general de la Gobernación y “operador todo terreno” Martín Ferré. No habría que descartar una silla para la ministra de Economía, Silvina Batakis, a quien el propio gobernador destaca como "una griega buena", en alusión a la crisis económica de Grecia.

De consolidarse dicha tendencia electoral, el FpV buscará consolidar la mayoría legislativa en la provincia con un número significativo de futuros senadores y diputados que responden claramente a La Cámpora y que, se asegura, no solo llegan para practicar un kircherismo rabioso en los recintos de sesiones, sino también “atesorar la caja presupuestaria” de ambas Cámaras parlamentarias.

En las diagonales platenses hay ruido con la interna municipal del FpV. Por un lado, aparece el intendente Pablo Bruera, buscando un tercer mandato con intercambio de gestos de apoyos con el sciolismo, y por otro, la militante decana de la facultad de periodismo, Florencia Saintout, quien además viene reclamando, de manera desencajada, que se baje una tercera lista correspondiente al dirigente local, Esteban Concia, porque esa boleta le disputa kirchnerismo además de ganarle en publicidad callejera.

Se dice que la Junta Electoral bonaerense podría terminar avalando finalmente esa tercera lista, en una parábola que puede potenciar el malhumor de la controvertida “jefa” universitaria y actual edil ultra K.