Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Se comienzan a develar incógnitas

A fuego lento, la “nacionalizada” cruzada electoral también comienza a develar incógnitas y posicionar a los dirigentes más representativos del peronismo oficialista K y del arco opositor en medio de la coyuntura social, económica y política de la Provincia.

Naturalmente, el estado de la gestión bonaerense en materia de salud, educación, seguridad y los desafíos financieros que tiene a futuro quien ocupe la Gobernación de calle 6, prevalecen en el análisis.

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, desfiló su postulación en La Plata, contando que fue la presidenta quien le pidió que salga a caminar la Provincia. Como plafón electoral a sus aspiraciones dice además tener la “bendición” del Papa Francisco.

Lo hizo durante una ronda de mate con dirigentes gremiales en la sede del Sindicato de Obras Sanitarias convocados por el secretario general de la CGT Regional, Julio Castro.

“La candidatura de Domínguez tiene volumen territorial y comienza a transformarse en una realidad incontrastable”, se enfervorizaron más de una veintena de legisladores nacionales, entre ellos, Carlos “Cuto” Moreno, y los bonaerenses encabezados por la jefa del bloque de senadores K, Cristina Fioramonti de Kunkel.

Del mismo modo, saltó a la cancha el titular de la Anses, Diego Bossio. Días atrás recibió un “seguí para adelante” como virtual mensaje de apoyo de Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora. Bossio junto el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dejan picando la posibilidad de armar una posible “fórmula alternativa” bonaerense del FpV, para competir con la que parecen ir tejiendo Domínguez y el alcalde de Berazategui, Patricio Mussi, en la carrera para suceder a Scioli en la gobernación.

En rigor, ya se ingresó en “tiempo de descuento” para la “bajada” de precandidaturas. Por olfato, no pocos anotan también en la Provincia al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

Del microclima político sobresale la reciente “foto otoñal” que Scioli aprovechó como estrategia mediática junto a la presidenta propinándole un afectuosa palmada. Esa señal fue interpretada como un sostén gestual que bien podría terminar encuadrando a la dirigencia K tras su postulación presidencial. Se sabe, Scioli es el candidato más competitivo que tiene el FpV. Desde el universo K creen que fue una “foto cargada de gestualidades bipolares” porque CFK necesita una “interna presidencial real y con contrastes” entre el Gobernador y el ministro Florencio Randazzo.

El amplio triunfo del Pro en las PASO porteñas plantea un claro escenario de polarización en la contienda electoral entre el oficialismo y el espacio liderado por Mauricio Macri como principal alternativa política.

Espadas legislativas que responden al Gobernador se muestran confiados en que el votante peronista -incluso el que en la actualidad no está dentro del FpV- “acompañará” en los comicios a Scioli. El mensaje encapsulado parece tener como destinatario a los dirigentes del Frente Renovador que responden al tigrense Sergio Massa, sumergido en un “último intento” por mantener su liderazgo presidencial.

El massismo toma distancia de la “operación” sciolista volviendo a reclamarle al Ejecutivo la prórroga de la emergencia en seguridad para todo el territorio bonaerense hasta el 10 de diciembre. “El Gobernador pretende ocultar los problemas reales de la Provincia con su ola naranja y con una dedicación exclusiva en caerle bien al kirchnerismo nacional”, afirma el jefe del bloque de diputados del FR, Jorge Sarghini.