Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Ingeniería frente a la coyuntura electoral

Producto de una ingeniería electoral propia, el gobernador Daniel Scioli se muestra más kirchnerista que nunca. Sabe que necesita que gobernadores e intendentes del PJ, básicamente los del Conurbano, sumen votos en su canasta como aspirante presidencial mientras continúe la interna del FpV.

Desde lo comunicacional el gobernador polarizando la elección por la sucesión presidencial con Mauricio Macri terminó inflando al líder del Pro y desinflando al Frente Renovador de Sergio Massa.

La estrategia está en manos del jefe de Gabinete, Alberto Pérez, en compañía de Martín Ferré, un “operador todoterreno” del sciolismo puro.

El peronismo ortodoxo se entusiasma con Scioli tras la victoria K en Salta y la tendencia electoral de las PASO recientes en Mendoza y Santa Fe. Arriesgan, desde un primer análisis, que en los comicios generales el oficialismo puede ganar sin balotaje.

Desde esa metodología, el gobernador parece no tener predilectos entre la legión de candidatos a sucederlo en calle 6. Mucho menos teniendo en cuenta que el kirchnerismo siempre define a sus candidatos sobre el cierre de listas.

Desde su entorno afirman que, si tuviese que optar por “similitud de estilos”, preferiría al alcalde lomense Martín Insaurralde. Aunque “vetado por el kirchnerismo duro”, el gobernador se inclinaría por el Secretario de Seguridad, Sergio Berni.

En la gatera por la gobernación bonaerense asoman también el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez (con un par de fotos en 48 horas, parece subirse al tren del también precandidato presidencial K, el ministro Florencio Randazzo); el titular de la ANSES, Diego Bossio; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y el vice Gabriel Mariotto, entre otros.

“Voy a estar donde digan los compañeros” tiró Mariotto, parafraseando a Máximo Kirchner, después de mantener un diálogo telefónico con el líder de La Cámpora. Ambos coincidieron en la necesidad de fortalecer la “construcción colectiva” del proyecto nacional antes de las precandidaturas personalistas.

Con el respaldo de la “Ola Naranja”, Scioli sigue enfocado en ir a fondo con su campaña, fronteras afuera del mapa bonaerense.

“Parece que DOS piensa flotar hasta las PASO de agosto y no gobernar pese a los problemas que aquejan a la Provincia”, insiste el jefe del bloque de diputados del Frente Amplio Progresista, Marcelo Díaz.

Tanto en términos políticos como presupuestarios, la Provincia atraviesa “un año de 8 meses” vinculado al cronograma electoral.

Después de coquetear ligeramente con el armado “amarillo” que responde a Macri, dos senadores bonaerenses del FR se sumaron a trabajar por la postulación de Scioli. Con la partida del exministro Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera y Alfonso Coll Areco se termina por confirmar el goteo que viene sufriendo el armado legislativo massista en la Provincia. Así y todo, los renovadores de Massa dicen que es “impensable” la posibilidad de que el tigrense se baje de su candidatura presidencial para postularse como gobernador.

En tanto, la candidatura a gobernador del bahiense Jaime Linares era cuestión de tiempo, interpretan en las diagonales. Las vueltas de la política apresuraron el paso de Margarita Stolbizer, que se tuvo que poner la ropa de precandidata presidencial y, a partir de ahora, buscar seducir a los radicales para quitarle potenciales votos a Macri. Esto le liberó el camino al propio Linares que, en la provincia, se mueve como pez en el agua, según operadores “margaritos” del GEN.