Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Las polémicas de Gremio-Lanús: empujones, un penal no sancionado y reclamo masivo

El elenco argentino perdió 1 a 0 en la final de ida y deberá revertir la situación el próximo miércoles en La Fortaleza.
Foto: AFP

   Algunas polémicas surgieron ayer tras el triunfo de Gremio sobre Lanús en la primera final de la Copa Libertadores disputada en Porto Alegre.

   Todo comenzó cuando el partido entraba en el tercer minuto de descuento: Jael Ferreira, jugador local, intentó girar para desbordar por derecha y Diego Braghieri, defensor granate, le cometió infracción. Instantáneamente el árbitro sancionó la falta pero no lo amonestó. 

   Después de las protestas y tras un diálogo con uno de sus asistentes (podría haber participado el VAR de la decisión), Bascuñán terminó amonestando al marcador central del Granate que, por acumulación de amarillas, se perderá el duelo definitorio, que se jugará en La Fortaleza el próximo miércoles.

   Previo a la amonestación, el técnico de Lanús, Jorge Almirón, había intentado apurar el cambio para evitar la pena, pero no llegó a tiempo. Dicha actitud dubitativa del árbitro y tras varias idas y vueltas se generó un primer contacto de gresca: empujones, protestas e incluso algunas agresiones verbales entre bancos de suplentes, que se disiparon cuando el local se dispuso a patear el tiro libre.

   En esa misma jugada y cuando la pelota cayó en el área, Andrada salió con los puños y se vio perfectamente como el propio Jael intentaba saltar a cabecear mientras Nicolás Aguirre, jugador Granate, buscaba desestabilizarlo. Una acción con un penal no sancionado que determinó el final del partido, pero no de las turbulencias.

Un alcanzapelotas violento

En medio de varias polémicas, el arquero de Lanús, Esteban Andrada, saltó los carteles para buscar un balón cuando un alcanzapelotas lo intentó agredir tirándole una patada. (Infobae, La Nueva. y Clarín)