Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Mostrando lo mejor al principio y al final, Bahía Basket soportó la lluvia de triples de Peñarol

Llegó a sacar 18 de luz y la visita, con 17-34 en triples (completó 17-37) se puso a 3. El final fue 101 a 89.
Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   En el principio del partido y en el final se vio lo mejor de Bahía Basket, para vencer a Peñarol, por 101 a 89, en su último partido como local en la fase regular del Súper 20.

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   El cambio respecto de otros encuentros se evidenció desde el mismo inicio. Fjellerup sacó de juego a Cochran, la visita careció de variantes y Bahía capitalizó eso en ataque. La pareja Parodi-Johnson funcionó a la perfección y, en 3m45 el local escapó 10-2.

   La visita se replegó en zona, Iglesias respondió y la diferencia se estiró a 13-2. Bordignon fue un buen relevo del "Gordo", supo jugar con las ventajas, el equipo sumó diferentes vías de gol, se abrió la cancha, la metió de 3 puntos también y mantuvo la ventaja.

   No obstante, pagó caro los errores defensivos en las salidas de las cortinas y Slider clavó 3-4 en triples, siendo su máximo exponente para el global de 4-8 en ese rubro: 26-18 el primer cuarto.

   Peñarol insistió con su defensa zonal, y Bahía mostró mejoría para conjugar tiempo y espacios al momento de alimentar a Johnson. De todos modos, la dificultad la tenía atrás.

   Los marplatenses, utilizando el tiro de 3 casi como único recurso, castigaron y descontaron: 28-25.

   El regreso de Parodi a la cancha le devolvió solidez al juego local, Johnson sacó ventajas en la pintura, Gerson mostró voluntad y Jasen experiencia para jugar y que también lo hiciera el resto.

   Todo esto, sumado a la activa defensa perimetral, que impidió los cómodos tiros a distancia, le permitieron a Bahía sacar 18 de máxima a falta de 1m50 para el final del primer tiempo, que resultó 50-35.

   Al regreso de vestuarios, Peñarol se mostró más efectivo y simple que Bahía.

   El local se pasó mucho la pelota, pero no lastimó en los cortes o las caídas. Con el correr de los minutos esa falencia se fue desnudando y la visita se puso a 6 (2 triples y un libre de Gianella).

   Los ingresos de Jasen y Johnson equilibraron algo más al equipo. Anthony corrigió lanzamientos y Pancho tuvo un poco de voz de mando atrás, aunque Peñarol ganó el cuarto 26-21, aumentando su media de puntos, con 4-5 en triples nuevamente.

   Con 2 triples en el amanecer del último cuarto (5-8 acumulaba hasta ahí Slider) y una pelota interior, el milrayitas descontó a 4.

   La falta de gol y dominio de rebotes desestabilizó al local. "Pancho" fue quien, con más años que juego absorbió el juego. Aunque salió a descansar. Adentro, mientras tanto, Slider siguió apretando el gatillo de la ametralladora: ¡7-10 en triples hasta ahí y terminó con 7-12! Esa confianza se extendió al pibe Valinotti, que clavó otros 2 para, con un tremendo global de 17-34, ponerse a 3, con 4m10 por jugar.

   A partir de ahí, Fjellerup se calzó la capa de héroe y empezó a volar hacia el cesto, desplegando sus brazos como alas y afirmándose en sus piernas para ir hacia arriba. Así convirtió 2 dobles y falta, sostenido en el aire. Pura armonía. A eso se sumó un triple de Corvalán y Bahía se oxigenó a falta de 2m35: 95-85.

   La sequía de gol de Peñarol, Bahía la transformó en corridas. Parodi distribuyó el juego (sumó 11 asistencias), Johnson desprendió el acoplado y encaró, para llevarse todos los aplausos.

   El triunfo, esta vez, dejó mucho más aspectos positivos que de los otros. Y eso, es una buena señal.