Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Apretaditos, pero felices, los hinchas de Olimpo y los "neutrales" vivieron su partido

Los simpatizantes de Boca coparon la tribuna de calle Chile y se hicieron sentir. Enfrente, el simpatizante aurinegro también ofrecieron su aliento habitual.
Fotos: Emmanuel Briane y Sebastián Cortés-La Nueva.

Javier Oscar Schwab

jschwab@lanueva.com

   Boca y Olimpo ofrecieron un espectáculo aparte en las tribunas. Cada uno en su debido momento, pero con final feliz para ambos, con hinchas alentando a rabiar. Unos porque son campeones; lo eran antes de inicio del partido y, los locales, porque el puntito salvador puede ser determinante para la fecha de cierre.

   Los xeneizes coparon, una vez más, la popular de calle Chile y por más que la escenografía haya sido diferente por la disposición que prohibía ingresar con vestimentas y banderas, ya que estaba destinada al hincha neutral, la gente le volvió a poner su sello particular con globos amarillos y azules, y los tradicionales cánticos de apoyo a sus jugadores y técnico, además de las siempre presentes cargadas para el eterno rival.

   El azul y amarillo no se vio como en otros partidos –algunas casacas semiocultas, gorros y banderas que salieron a la luz en todo momento--, pero las gargantas se hicieron sentir en varios pasajes del cotejo y con la explosión habitual en el final, ahora acompañadas por los exultantes plateístas aguardando el saludo de sus jugadores, porque no hubo vuelta olímpica ni premiación, ya que eso quedará para La Bombonera, en el cierre ante Unión.

   Grandes, como siempre, y chicos, además de jóvenes desafiando la gravedad y el tumulto, en una tribuna sobrecargada. ¿Porqué se permite que ingrese más gente de la permitida con el riesgo que ello conlleva? Vaya uno a saber...

   La fiesta se sostiene como se puede. Del alambrado cuelgan unas diez personas que desafían a la policía y a la voz del estadio que alerta con suspender el partido. Todo está permitido.

   Hinchas haciendo equilibrio sobre el paredón más alto; hasta en los galpones de enfrente había gente desperdigada.

   Y llegaron las emociones... En la tribuna de Boca no había huecos, pero sí aparecieron con cada estallido. Abrazos interminables y una estampida contra el alambrado donde tres filas de hinchas se afirmaban para contener.

   Cantaron por el campeonato logrado, le entregaron mimos a Pipa Bendetto, al Mellizo y hasta el colombiano Barrios cuando raspó en el medio.

   Recién con el empate de Olimpo se apagó un poco el furor. Bastaron las provocaciones de la tribuna de enfrente para que llegara otra reacción y el grito de “Dale campeón, dale campeón...” o el clásico: “Si si señores, yo soy de Boca...”  

   La despedida no tuvo el calor vivido en los 90 minutos. No hubo vuelta olímpica y los brazos en alto de los jugadores xeneizes desde un sector lejano no era la respuesta esperada para mucha gente que llegó desde muy temprano.

   Los hinchas de Olimpo despidieron a sus jugadores con aplausos para reconocer un esfuerzo mayúsculo.

   Esta vez no hubo perdedores y el calor, nuevamente, lo volvió a poner la gente...