Fernando Coniglio, el 9 que hizo revivir a Olimpo y que ya nadie critica
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Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com
“Fue un triunfo de todo el equipo. Eso sí, es la primera vez, desde que yo estoy al frente del plantel, que ofensivamente Olimpo es un equipo demoledor, contundente, incisivo, inteligente para atacar y para encontrar los huecos y fino en los pases profundos y entre líneas”.
La frase de Mario Sciacqua, el DT aurinegro, me dejó regulando. No me cambió la forma de pensar, pero si me llevó más allá, Y sabe qué amigo lector, en el fútbol no siempre gana el mejor, el de más jerarquía o el que desdobla en presupuesto al rival de enfrente.
Olimpo lo ganó con pasión, esa que mata billetes y que se escurre en camisetas de equipos chicos pero de corazón grande, como este elenco aurinegro que llegó a 30 puntos y que sigue dejando en ridículos a aquellos que daban hasta lo que no tenían asegurando que en la fecha 25 o 26 iban a ver a Olimpo descendido.
A morderse la lengua... Este Olimpo, con la llegada de Mario Sciacqua, cambió la forma de sentir el fútbol, y ciertos jugadores se empezaron a sentir importantes en un once que va al frente y que ya entendió que le puede ganar a cualquiera.
¿Los mejores en el 3-1 frente al “Pincha”? Este es el podio de La Nueva.
1
Fernando Coniglio. La confianza es todo. Se siente útil, importante, contenido, y por eso le sale lo que le tiene que salir. No es un 9 clásico, le gusta bajar a ser parte del circuito de juego, pero el DT le pidió encarecidamente que haga el desgaste en el área y ahí se está tornando indomable. Cambió críticas destructivas por aplausos, y ya se convirtió en el máximo artillero del equipo. Cuando él llegó al gol, Olimpo no perdió: 3-0 a Godoy Cruz, 2-1 a Atlético Tucumán, 2-0 a Aldosivi y 3-1 a Estudiantes (hizo dos).
2
Emiliano Tellechea. Desde que pasó a jugar de doble 5, Olimpo empezó a amortizar la millonaria inversión que hizo por él. Audaz en la presión alta, finito en los pases entre líneas e inteligente para entender que al fútbol se juega a uno o dos toques, no más.
3
Lucas Villarruel. Un plateista dijo: “debe ser uno de los tres mejores volantes centrales del fútbol argentino”. Bajemos un poco la adrenalina. Es el motor de este Olimpo que, en la recta final, llega más entero y con más juego que algunos de los equipos que también luchan por permanecer en la categoría. Un 5 con pausa, con un despliegue descomunal y que las entrega redonda.