Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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"Mi sueño es ver a Lucio en la NBA; tiene potencial para llegar"

Eduardo Brandán, hincha de Bahía Basket y fanático de Redivo, le hizo una bandera con el tiro ante Argentino de Junín.
Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   El Fortín de las Morochas de Argentino de Junín. 13 de mayo de 2016. Argentino 67, Bahía Basket 67. Con 5s07/10 por jugar, tiempo muerto de Sepo Ginóbili: “Saca Jamaal; Lucio -le indicó a Redivo que estaba afuera- vas por Santiago (Vaulet)”.

   El respaldo del DT hacia el tirador, que venía en una noche nefasta.

   “Te ponés acá; Anthony (Johnson) acá y Juan (Vaulet) acá”, los distribuyó. “Anthony, sacás a Juan, en ese momento te quedás abajo; Lucio, bag pick a Juan Pablo para adentro y vos (Redivo) al tiro. ¿Entendido?”, reforzó Sepo. Y repitió la jugada.

   Lucio se acomodó las calzas verdes fluor, se metió la camiseta debajo del pantalón y saltó a la cancha.

   Acaso, sin saber que iba camino a convertir “el” tiro de su carrera, el que tantas veces había practicado. El que, como cualquier jugador, alguna vez había soñado.

   “Lo estaba mirando por televisión y casi me muero. Saltaba de alegría. Es un tiro que lo tiene mecanizado, con el pasito hacia atrás. Aparte, contra las marcas de Balbi y Alessio”, recordó Eduardo Brandán.

   Fiel seguidor de Bella Vista y River, este ex futbolista del equipo de La Loma se entusiasmo con el básquet. Hoy se considera hincha de Bahía Basket y fanático de Lucio Redivo.

   “Martín, el padrino de Santi (su hijo), un día me invitó a venir a la cancha. Me enganché cuando estaban Pepe y Espil. Después empezaron a surgir los chicos. Y Lucio me atrapó. Lo empecé a seguir a él”, comentó.

   Su fanatismo lo llevó a escribir en una cartulina: “Oveja, Lucio es Argentino”.

   Y después de aquella noche inolvidable en Junín, donde hoy vuelve a jugar Bahía, surgió otra idea.

   “Le pedí a Alejandro, el tío de Santiago, que me hiciera una bandera con la copia de la imagen del tiro”, agregó.

   Y La Nueva. le cumplió un sueño a estos hinchas.

   “Siento un poco de nervios”, confesó Eduardo poco después de llegar al Casanova junto con su hijo, uno de los autores de la bandera, al igual que Jesica, su novia.

   Por primera vez iba a sentarse a hablar con Lucio. Arriba, en la pared detrás del banco que ocupa Bahía, ya estaba colgada la bandera de 1m50 x 1m50. Eduardo tiene hasta los abrojos adheridos para facilitar la tarea en cada partido.

   “Soy el primero en llegar a la cancha”, aseguró.

   Bahía finalizó la práctica y Redivo subió al encuentro.

   “Ellos acá sufren y disfrutan. Me pondría más nervioso que estando adentro, je. Cuando era más chico venía acá arriba y me pasaba lo mismo”, apuntó Lucio.

   “Con ellos -agregó- casi nunca había tenido contacto. Es un orgullo que se fijen en mí”, reconoció el tirador, tras el afectuoso saludo.

   “Lucio... El pequeño gigante”, se lee en la bandera, con la imagen de Redivo tirando sobre Balbi y Alessio. La firman Edu, Santi y Jesi.

   “Cuando la vi por primera vez no lo podía creer. Cada vez que entro a la cancha -contó- los veo a ellos y miro la bandera. Me pone muy contento”.

   “De Lucio -señaló Eduardo- destaco que es un pibe de barrio, humilde, como su familia. Siempre lleva el equipo adelante y se levanta de las malas, la lucha, la pelea... Se esfuerza, se sacrifica… También, uno de los valores que intento enseñarle a Santiago, es que se hace cargo de las malas decisiones. Tiene esa humildad”, enumeró Eduardo.

   Introvertido como siempre y en este caso algo incómodo ante semejante reconocimiento, Lucio admitió que tener admiradores le genera mayor compromiso.

   “Es una responsabilidad; intento dar el máximo, siempre manteniendo la idea y respondiendo a la gente que viene a apoyar al equipo”, apuntó Redivo.

   Santi (11 años), mientras tanto miraba admirado, con ojos iluminados.

   “Me encanta como juega”, elogió.

   Las puertas para que Lucio emigre cada vez están más abiertas.

   “Quiero que Lucio crezca y voy a seguirlo adonde vaya. Aunque -aclaró Eduardo-, no dejaré de venir el día que no siga acá”.

   El fanatismo no conoce de límites.

   “Creo que lo ideal es que Lucio primero vaya a Europa, como hizo Manu. Es un caradura -definió Eduardo-, nada le da miedo. Mi sueño es verlo en la NBA. Tiene potencial para llegar. Le falta un poco de altura y masa muscular, pero puede llegar”.

   “Ja, ja, ja… ¡Es muy difícil! ¡Hay mucho nivel!”, salió al cruce Redivo.

   —¡Te metió mucha presión…!

   —¡Sí, je, je...!.

   Eso será cuestión de tiempo. Por el momento, Eduardo y Santi hicieron realidad el sueño de estar junto a Lucio y al lado de la bandera...idolatrada...