Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Velocidad y Resistencia volvió a la vida gracias al esfuerzo de su gente

Con el trabajo de jugadores y gente allegada se remodeló el estadio de bochas y hubo una reapertura de la cantina.
Fotos: Sebastián Cortés-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

   Parecía condenado al olvido. Abandonado, sin gente, sin bochas, sin cantina y sin comisión... El club Velocidad y Resistencia era comentario permanente de vecinos lamentándose por lo que supo ser en los momentos de mayor auge.

   El tiempo y la vorágine actual lo golpeó muy duro. Más que nada por la tecnología y el desinterés de las nuevas generaciones, lo que atentó directamente con su continuidad, salvo por el sostén que en nuestra ciudad sigue siendo el básquetbol.

   Un puñado de hombres decidió poner el pecho, trabajó intensamente para recomponer un lugar con mucha historia en una actividad, las bochas, donde alcanzó notoriedad, por muchos años, como líder de los torneos de Primera en la divisional más importante: tercetos.

   “El entusiasmo nos dio fuerza para dar vuelta la página y arrancar de cero. Le pusimos el hombro junto a Oscar Fidalgo y Carlos Cricelli, quienes destinaron horas de trabajo para revivir este lugar. Con el apoyo de la gente del barrio y allegados al club se puso la cancha en condiciones”, dijo Silvio Kaddour, quien creció en el barrio y se formó en Velocidad.

   En pleno trabajo de expansión, ellos saben que todavía quedan muchas cosas por delante y, con el fin de ser un modelo a imitar, trabajan todos los días a destajo.

   “Siento como si fuera mi casa. A mí me trajo Eduardo Conde y me encariñé. Por eso volví y pienso quedarme un largo tiempo”, aclara “Quito”, uno de los principales artífices de la remodelación de un rectángulo donde dejaron sus huellas jugadores de la talla de César Colantonio, Nelo y Rubén Aurelio Trellini, Elio Dellapítima, José Randazzo, Ferronato, Pirra, Flores y Cardinaletti, entre otros.

   “El año pasado nos faltaban cosas, pero ahora todo cambió. Hicimos el piso nuevo, pintamos, compramos bochas, elementos de medición, ropa... Todo a pulmón, con gente nueva y ganas de trabajar”, remarcó.

   El lugar revivió y despertó el interés del barrio, a tal punto que también se remodeló la cantina y un matrimonio (Juan Carlos y la cocinera Noemí) se hizo cargo de la misma.

   El frente del club es grande y ocupa varios metros tanto en el sector de calle Rondeau como de Avellaneda.

   “Estamos instalando Wi-fi para acercar a los chicos del Instituto La Piedad. Pretendemos abrir al mediodía y estar hasta la noche para ofrecer comidas con precios muy accesibles. Será un lugar para la gente del barrio, como era antiguamente”, afirmó Juan Carlos.

   Por lo pronto todo está encaminado. El club reabrió sus puertas con nuevas propuestas. Y en bochas se conformó un plantel para afrontar el próximo torneo de Parejas que se iniciará el 6 de marzo.

   “Fidalgo, Cricelli, yo y Víctor Medina, quien proviene de Tornquist, estamos listos. Si nos dejan vamos a participar con dos parejas, pero lo más importante es que Velocidad recuperó su lugar”, puntualizó Kaddour.