River-Boca, sin vueltas: uno seguirá en camino y el otro se quedará afuera

Redacción de La Nueva.

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Cada clásico entre River Plate y Boca Juniors constituye por sí mismo una historia fascinante, pero hacía mucho que no se encontraban en circunstancias como las de esta noche, una eliminatoria sin retorno, en la que uno seguirá adelante y el otro quedará eliminado.

El partido de vuelta de las semifinales de la Copa Sudamericana, en el estadio Monumental, comenzará a las 20.45 y será arbitrado por Germán Delfino, que por cierto está en la mira de todos y no por su culpa, sino por lo sucedido una semana atrás en la Bombonera.

El ataque de la facción disidente de la barra de River a integrantes del grupo que lideran la hinchada en la confitería del club sembró el temor por un posible nuevo enfrentamiento, pero desde el club y los organismos de seguridad descartaron modificar el operativo que ya estaba programado.

Cabe recordar que el martes, en ese sector del estadio, tres de los principales integrantes de la barra brava "oficial" de River fueron apuñalados por sus enemigos de la facción "disidente", que reclamó sus mismos "privilegios" en la tribuna del Monumental.

El partido de ida finalizó 0-0, de modo que el que gane hoy se clasificará finalista, si vuelven a terminar sin goles habrá penales y cualquier otro empate favorecerá a Boca, que en tal caso prevalecerá por el plus de los tantos logrados en condición de visitante.

Malo, sin lugar para ningún eufemismo, resultó el primero, pleno de interrupciones, fricciones, discusiones, con un arbitraje de Silvio Trucco que dejó mucha tela para cortar y con un ausente notorio: el fútbol puramente concebido.

River y Boca estarán hoy frente a frente, al todo o nada.