Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Cambió la imagen en el segundo tiempo

Por Néstor Avila

C on empeño, determinación y una compacta producción colectiva durante el segundo tiempo, Olimpo le empató a Racing en el Roberto Carminatti y frenó su ascendente marcha en los puestos de privilegio del torneo de la AFA.

Incluso, la escuadra dirigida por Walter Perazzo realizó los méritos necesarios para aspirar a quedarse con la victoria. En el complemento mejoró su imagen, neutralizó a su rival, y forzó un par de atajadas decisivas de Sebastián Saja.

En el primer período, en el reparto de situaciones, el “1” académico también ahogó los gritos del debutante Joaquín Susvielles y del colombiano Miguel Borja. En esa etapa, Racing sacó provecho de algunas desatenciones defensivas de los aurinegros y generó tres mano a mano de sus atacantes con Nereo Champagne.

En el tercero, después de que Gabriel Hauche y Diego Milito dilapidaran sus ocasiones, el propio Hauche sacó diferencias con una veloz y certera definición. El 1-0 parecía inclinar el resultado para el conjunto de Diego Cocca, a esa altura más resuelto y claro al momento de enhebrar la maniobra en ataque.

El descanso le permitió a Olimpo replantear su juego. Lejos de caerse anímicamente, volvió revitalizado. Corrigió errores (en el retroceso, por ejemplo), se afirmó en el fondo, cambió el pelotazo frontal por la búsqueda al ras del piso y, fundamentalmente, halló muy rápido la igualdad.

Reemplazó sus evidentes carencias en la definición por la fórmula del balón detenido y Juan Manuel Cobo estableció la paridad tras empujar a la red un cabezazo que bajó Juan Ignacio Sills ingresando a espaldas de todos.

Racing, incómodo por la intensidad que imprimió Olimpo, se quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Leandro Grimi. Con más de media hora por delante, los albicelestes no lograron recomponer su estructura y sólo la movilidad de Hauche mantuvo la esperanza de desequilibrar.

Once contra diez, Olimpo tuvo el control pero no le bastó para imponer supremacías, más allá de las oportunas intervenciones de Saja.

Fue empate, que dejó una sensación de conformidad teniendo en cuenta el repunte que experimentó el equipo en un momento delicado del partido, por la desventaja en el marcador y la impaciencia de su gente.