Olimpo le puso freno a la ilusión de Racing y sumó su segundo empate en fila

Redacción de La Nueva.

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Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

Casi, casi le moja la oreja a Racing. Estuvo cerquita de llevarse un triunfo grande; lo buscó en el segundo tiempo, lo mereció por situaciones generadas y porque contó con un hombre más durante media hora. Eso sí, no supo resolverlo porque le faltó un jugador de categoría en la definición.

Olimpo jugó, seguramente, el mejor partido del torneo; comparable con aquel debut ante Tigre. Si se mide la grandeza del rival, se puede decir que consiguió un buen punto ante un candidato al título, que ayer dejó pasar una gran chance.

El equipo de Diego Cocca resultó protagonista durante el primer tiempo. Manejó el balón, atacó por las bandas y mostró delanteros audaces para combinar, desprenderse de las marcas y ponerse cara a cara con Champagne.

Avisaron Luciano Aued (remate alto), Gabriel Hauche (abrió mucho el pie y le erró al arco) y Diego Milito (casi inexplicable con su categoría), quienes fallaron por cuestión de centímetros. Sebastián Saja sólo trabajó ante un intento de Susvielles y un remate abajo de Borja (el colombiano dilapidó una tijera con el arco a su merced).

A los 40m., Hauche apareció por la izquierda tras un saque largo de Saja y definió (tras un toque sutil de Milito) al gol tras desairar a Champagne con gambeta corta.

Pero en el complemento se vio otra historia. Olimpo supo revertir con carácter lo que antes no podía. Sincronizó de entrada, aprovechó la desatención de la defensa albiceleste y llegó rápido al empate. A los dos minutos, Juan Sills cabeceó sin oposición para meter una bocha al área, Susvilles la rozó, Saja quedó pagando y Juan Manuel Cobo empujó el balón a la red por el sector izquierdo.

Olimpo se tonificó. Creció la figura de Cobo, Gil acompañó con aciertos y Vega encaminó cada ataque. Con la pelota en su poder comenzaron a llegar situaciones claritas.

Encima, a los 16, Leandro Grimi se ganó su segunda amarilla por una falta sobre Cobo y el panorama se complicó para los de Avellaneda.

Olimpo aprovechó la superioridad numérica para neutralizar al rival e ir en busca del triunfo. La gigantesca figura de Saja (le sacó un remate a quemarropa a Vega y otro pelotón a Vidal) y la impotencia de Borja (se nubló delante del arco) marcaron la diferencia entre el empate y lo que pudo ser victoria.